Emocionante partido el disputado esta mañana de domingo entre el San José Obrero y el CD Quintanar. Los rojillos, en superioridad numérica durante la segunda mitad, se han impuesto por 2-1, no sin antes sufrir: tras perdonar muchas ocasiones, encajaron gol. Cuando todo parecía abocado al empate, la testa de Jesús puso el segundo, que desató la locura en Las 500.
El primer tiempo dejaba ver a dos equipos muy parejos en el Obispo Laplana. Ninguno de los dos conseguía imponer del todo su juego ni crear ocasiones de peligro, pero el San José Obrero iría ganando enteros con el paso de los minutos, dejándose notar más en cancha rival. Lo intentaban los de Angulo con pases largos, buscando a un entregado Karim en cada carrera.
En defensa, los rojillos no concedían una al Quintanar. Todo apuntaba a uno de esos partidos que se deciden por detalles, y esa pequeña diferencia se produciría tras un grave desajuste en la defensa quintanareña: en el 35, un pase alto de Fer desde la derecha encontró al solitario Karim, a quienes los centrales le habían perdido totalmente la marca. David Moreno, meta visitante, salió rápidamente para achicar, pero el sutil toque de Karim fue suficiente para que el balón entrase lentamente en la portería. Buena acción de los rojillos, que estaban mereciendo el gol. El marcador no se movería hasta el descanso, aunque seguirían siendo los obreristas los que imprimiesen el juego antes de enfilar a vestuarios.
La tónica dominante de los locales continuaría en el segundo tiempo. Se calentaría el partido después de que los quintanareños se quedasen con uno menos. Crecido en superioridad numérica, el Obrero lo intentaba cada vez con más ahínco. Cuando más lo merecía, encajaría gol el conjunto de Las 500: un saque de banda desde la derecha acabó peinado en un barullo producido en el área. El balón le cayó franco al visitante Jesús Torresano, que con un potente disparo ponía el empate en el 59.
Rufo replicaría con un cabezazo desde un complicadísimo ángulo que no encontraba portería, aunque la mejor llegaría en el 65: un centro de Verdejo desde la derecha encontraba completamente solo a Karim, que, con todo a su favor, no logró encontrar un buen contacto con el balón. La ejecución, demasiado floja y centrada, acabó mansamente en las manos de Moreno.
Alberto también probaba suerte desde la frontal en una segunda jugada con un potente tiro raso que se marchaba cerca del palo. Javier Fernández, tras una buena jugada combinativa con Rufo, forzaría un córner mediante un disparo con poco ángulo. La polémica se serviría después de que Rubén Romera derribase al propio Javier Fernández después de que este robase un balón en la frontal del área. Continuaría el Obrero poco después con una jugada en el área, ocasionando un rebote que le quedaba a Joaquín. El tiro, bastante colocado, recibió la providencial respuesta de David Moreno, que sacó una espectacular manopla para enviar a córner.
Momentos de mucha tensión, con un Obrero volcado arriba sabiendo que solo se contentarían con la victoria. Al filo del descuento, los rojillos encendieron el Obispo Laplana con un salvador gol. En un centro desde la medular –tras una dura falta a Mayordomo-, el balón parado encontró la testa de Jesús Gabriel, que definió al palo contrario con una plástica acción. Se echaba todo el equipo encima del goleador, sabiendo lo que valía el tanto.
Reclamaría penalti el Quintanar en una posterior acción en el área, pero el árbitro no apreció nada punible. Con el partido completamente roto, lleno de idas y venidas, volvería a tenerla el Obrero. Con Moreno fuera de la portería para evitar que Karim se hiciese con un balón, Javier Fernández probó fortuna desde un poco más delante de la medular, pero el balón se marchó fuera.
Finalmente, el 2-1 campeaba en el Obispo Laplana al término del encuentro. Victoria tan merecida como emocionante para el San José Obrero, que se despega de la zona de abajo gracias a los tres valiosos puntos conseguidos. La semana que viene visitarán al Madridejos para tratar de prolongar este buen momento.