El San José Obrero ha encarado un partido de alta trascendencia para sus intereses ante el Herencia, confiando en la fuerza del Obispo Laplana para sacar los tres puntos. A pesar de hacer merecimientos para ello, los rojillos se han tenido que conformar con un insuficiente reparto de puntos ante un rival directo.
El cuadro de Las 500 fue de menos a más en una primera parte en la que, al principio, pareció salir sin la intensidad y la actitud que requería el encuentro. El Herencia lo intentaría con balones largos y en una segunda jugada se ha producido una falta de entendimiento en la zaga obrerista, lo que ocasionó el tanto de Víctor Fernández en el 25.
Ofreció una contundente y rápida respuesta el San José, que se soltó tras recibir el gol en contra y que empató mediante Javi Fernández en el minuto 33. Pudo ponerse por delante el equipo de Algarra en los minutos restantes de la primera mitad, pero fallaron en momentos clave los locales.
Más y mejor del San José en la segunda mitad ante un Herencia embotellado y al que le costaba salir de su propio campo. Ha dispuesto de varias ocasiones el equipo conquense, que no llegaría a aprovechar ninguna de ellas, por lo que el 1-1 se mantuvo al término de los 90 minutos.
“Ha sido de las mejores segundas partes de la temporada”, asegura Adrián Algarra, técnico del San José Obrero, reconociendo que se quedan con un sabor agridulce por no poder dejar los tres puntos en casa. No obstante, valora muy positivamente la dinámica de juego y el trabajo demostrado. La semana que viene tratará de sacar la victoria en casa, de nuevo, ante el Valdeganga, colista del grupo.
