Suspiraba por una victoria el San José Obrero y la ha conseguido, dando por bueno de paso el dicho de “entrenador nuevo, triunfo asegurado”. El estreno de Quique Olivares se ha saldado con resultado de 2-0 en el Obispo Laplana ante el CD Yuncos.
La escuadra visitante comenzaría enviando balones largos a la espalda, esperando algún fallo local que no llegaba. Por su parte, el Obrero mimaba el balón, aunque no conseguía amenazar la portería visitante. Tras estos primeros minutos de tanteo llegaba el primer zarpazo obrerista: Raba botaba una falta para enviar un balón que se topaba con la indecisión del meta visitante, la cual aprovechó Jesús para anotar el 1-0. No conseguía replicar el equipo yunquero, que continuaba probando con balones filtrados y que se defendía con su central Sergio Jiménez, de gran envergadura.
Estaba efectivo el combinado de Las 500 a balón parado y Rufo estaría a punto de conectar un cabezazo que bien podría haber significado el 2-0. Dos minutos después reclamaba penalti el Yuncos en área local, si bien el colegiado no apreció que hubiese algo punible en la acción.
En el minuto 35, el Obrero, que ya había avisado con esa acción anterior, no perdonó en segunda instancia: Rufo enviaba un balón de falta desde su propio campo que acababa llegándole a Balles, quien no perdonaba ahora para el 2-0. Todavía pudo aumentar la ventaja el equipo de Olivares, que se topó con el larguero en el 44 tras un buen disparo de Jesús.
Salía más intenso un necesitado Yuncos, aprovechando ahora el Obrero esta situación de ventaja en el marcador para meter miedo a base de contraataques. Endurecía el partido poco a poco el combinado visitante, al que se le ponían las cosas más cuesta arriba en el 70, cuando Mario Jimeno veía la roja directa tras una dura entrada sobre Jesús, quien finalmente regresaba al terreno de juego tras unos momentos de incertidumbre.
En el 74 probaría fortuna Cillo, quien enviaba un remate muy ajustado al poste tras una buena jugada de Kameni. Venía a refrendar esta acción el buen juego y el dominio del Obrero, que no le estaba dando alas de ningún tipo al Yuncos al gestionar bien su ventaja. A punto estaría de llegar un susto en los últimos minutos tras un exceso de confianza de Mantecón ante un balón que se topó con el travesaño, pero la acción no fue a mayores.
2-0 y tres puntos más que necesarios para el Obrero, que rompe su mala racha de ocho partidos sin ganar al mismo tiempo que se mete media salvación en el bolsillo. La semana que viene visitarán al Torpedo 66 para tratar de certificarla matemáticamente y jugar sin presión alguna estas seis jornadas que restan de Preferente.
