De Europa a Asia, y de Asia a América. Milagros Martínez Domínguez, natural de Fuentelespino de Haro, vivirá una nueva e ilusionante etapa a los mandos del Bravas FC Juárez Femenil. Recientemente contratada por el equipo mexicano, Mila ofrece sus primeras impresiones acerca de su fichaje. En su currículum figuran grandes gestas como el histórico ascenso a Primera División con el Albacete Balompié o su paso por Japón, donde fue destacada por la FIFA al convertirse en la primera entrenadora de un equipo masculino en el país nipón. Allí dirigió al Suzuka Unlimited, e incluso consiguió la Copa de la Prefectura de Mie, parte de la Copa Emperador. Tras un periodo sin equipo, Mila no ha dudado en embarcarse en esta oportunidad que le lleva hasta la Liga MX Femenil. Será, junto a Carmelina Moscato, recién fichada por Tigres, una de las primeras entrenadoras extranjeras que llegan a México y la primera de origen español.
La entrenadora se muestra muy ilusionada por esta nueva aventura, y desvela que fue lo atractivo del proyecto lo que le llevó hasta tierras mexicanas: “Es un proyecto ambicioso y con un futuro prometedor”, apunta Milagros, poniendo en valor las expectativas del club de cara a asentarse en la máxima categoría, algo que sin duda la ha convencido. Sus primeras sensaciones en el país han sido muy buenas, agradeciendo la acogida que ha tenido por parte de todo el club. En cuanto a lo deportivo, ya da sus primeras valoraciones tras conocer a sus jugadoras y dirigirlas en unas primeras sesiones en las que, como la propia entrenadora confirma, han ido encaminadas a “asimilar conceptos”.
“La liga mexicana ha crecido muchísimo tanto en visibilidad como en el nivel de juego”El nivel del fútbol femenino sube exponencialmente y, a pesar de que el nivel de los clubes europeos es superlativo, la nueva DT del Juárez asegura que en México se está trabajando muy bien y que en poco tiempo podrían asemejarse al de los clubes del viejo continente. Uno de los aspectos que marca como clave es la gran visibilidad de la que allí goza el fútbol femenino, algo en lo que Europa se encuentra bastante atrás a pesar de los avances hechos en los últimos años. “Allí tiene mucha visibilidad, los partidos son en abierto y hay una afición fiel”, destaca Milagros, apelando a los buenos datos de asistencia en los partidos de los playoffs en Clausura. Precisamente, la gran final, que tuvo como campeón al Chivas Guadalajara, batió récord en el Estadio Akron con 40.432 asistentes.
Si bien en España ha habido halagüeños precedentes -como los partidos del FC Barcelona en la Women’s Champions League-, se puede llegar a echar de menos una afición regular a lo largo de toda la temporada. Milagros lamenta que “el mercado masculino sea prácticamente imposible” y que no ha recibido contacto u oferta alguna para entrenar en España a un equipo masculino en ninguna categoría durante este periodo en el que se encontraba sin equipo. Por otra parte, celebra ese avance que deja ver a más mujeres en puestos de responsabilidad no solo como entrenadoras, sino también como asistentes o preparadoras físicas. “Ojalá pronto esto deje de ser noticia”, declara la conquense.
"EL OBJETIVO ES SEMBRAR LAS BASES DEL EQUIPO"
El equipo viene tras un año muy duro en el que ha acabado colista tanto en la Apertura como en la Clausura. Dado que es una liga en la que no hay ascensos ni descensos, sino que es cerrada, la conquense señala que el objetivo no es salvarse, sino abrir un nuevo ciclo que les permita formarse como equipo. “Quiero sembrar las bases del equipo, que no las tenían muy definidas hasta ahora”, se propone Milagros, apuntando que esta se trata de una liga en la que los combinados de arriba son bastante superiores al resto de la liga. Tras sembrar las bases, señala, ya valorarían el subir de puestos y centrarse en la clasificación. Madera tiene para ello, confiando en la capacidad técnica y táctica de sus jugadores. “En lo táctico, además, lo comprender el idioma es notorio”, añade entre risas, recordando su etapa en Japón.
De momento, ya ha tenido la oportunidad de echar sus propias raíces allí, probando la gastronomía mexicana. A pesar de que la disfruta, lo tiene claro, y asegura que se queda con un buen cocido de La Mancha: “Se echa de menos Cuenca y más en estas fechas, que es San Antonio en el pueblo”, reconoce. Lejos de casa, pero siempre teniéndola presente, la aventura acaba de empezar para Milagros.
