Para el conquense Nacho Moya, este partido será muy especial dado su pasado como jugador morado en las últimas cinco temporadas. El extremo del Incarlopsa no oculta los buenos deseos para el equipo alcarreño “para toda la temporada, eso sí, este fin de semana esperemos que no la tengan”, señalaba en la previa del choque.
Al igual que sus compañeros, Moya señala la necesidad de “cambiar el chip”, para asumir la carga de partidos que le queda al equipo por delante y el hecho de jugar cada miércoles y sábado hasta el mes que viene: “Es cierto que el parón de selecciones nos ha venido bien para coger algo más de tono físico y sensaciones con el balón, pero hay que mantener este nivel para cumplir el objetivo de competir cada partido, más aún cuando estamos viendo que en cada jornada salta alguna sorpresa. Con esta temporada tan atípica, cualquier equipo puede ganar”.
El extremo sí lamenta el hecho de la ausencia de público en el derbi castellano-manchego de Asobal, “pues estos partidos, tanto en El Sargal como en el Santamaría era una fiesta del balonmano”. No obstante, el jugador advierte, “no deja de ser un derbi, hay buena relación entre ambos equipos, pero en la pista cada uno defenderá lo suyo, tocará apretar los dientes y nosotros tenemos que ganar”. Así, Moya puntualiza como claves de su rival “el ritmo de juego muy alto por sus jugadores jóvenes y una gran dupla en la portería”.