Las dunas y el paisaje desértico se apoderan una vez más de los amantes del motor en tanto que comienza el Año Nuevo. El Rally Dakar 2023, la prueba más exigente de todo el globo, calienta ya en la parrilla de salida para ofrecer etapas solo aptas para auténticos supervivientes. Entre esos valientes no faltarán, por supuesto, representantes de Cuenca. Manolo y Mónica Plaza, el clásico tándem padre-hija, estará en la línea como cada año. Por otra parte, el piloto de motos Fernando Domínguez participará en su segundo Dakar después de un año de parón.
Los tres se enfrentarán al vasto desierto y las interminables dunas que ofrece Arabia Saudí a partir de mañana sábado, 31 de diciembre. Por delante, 8.549 kilómetros pondrán a prueba a los más hábiles pilotos del mundo entero.
TODO QUEDA EN CASA
El ‘Team Plaza’, la ya habitual alianza del Dakar, se presenta con toda la ilusión en tierras saudíes. Decimoquinta participación para Manolo –piloto- y cuarta para Mónica –copiloto-, que empieza a ser ya una experimentada en el Dakar. La joven señala que se encuentran ahora inmersos en este caos “pre-Dakar” que no se ve –en alusión a equipaciones, billetes y todo lo que tienen que llevarse para el viaje-, además de la incertidumbre por el reciente boom de gripe A.
No obstante, y como dice la propia copiloto, “es la prueba más dura del mundo”, y en lo personal aporta que esta segunda parte del Mundial que acaba de terminar “me ha dado un plus de entrenamientos”, además de algunos contactos con la tablet y el formato de navegación que tendrá que afrontar en el Dakar. Lo cierto es que padre e hija lo tuvieron muy complicado el año pasado. Tras acudir con toda la ilusión, el primer varapalo fue una dura lesión para Manolo en el dedo gordo, el cual se cortó. Aunque el mayor revés fue el tercer día, cuando el choque con un camión acabó con su aventura. No obstante, la fortaleza que aúnan les ha hecho volver a la competición.
Su arma para este año seguirá siendo el BV2, aunque Sodicars ha trabajado junto a los estudiantes ingenieros de la Universidad de Nebrija para introducir algunos cambios. Estas mejoras tienen que ver con la aerodinámica del vehículo, explica Mónica. También se ha trabajado en la redistribución de los componentes y la bajada de peso –siendo cambiados los materiales a fibra de carbono- y en la geometría de las piezas. A pesar de ello, la competencia directa no se ha quedado atrás, señala la joven conquense: “Nuestra competencia directa tiene 180 kilos menos y 90 caballos más. Son datos inalcanzables”. Como ellos mismos denominan, incluso en la lucha entre los “mortales” –es decir, los coches no oficiales, los cuales juegan en una liga totalmente distinta- será difícil entrar en el Top 20, lo cual era un objetivo asumible en otras ediciones. “Iremos con la filosofía de ir a disfrutar e intentar hacerlo lo mejor posible. Sabemos que este proyecto ilusiona a muchísima gente y nos siguen desde muchos sitios”, se congratula.
Manolo Plaza disputará su decimoquinto Dakar, mientras que Mónica afronta el cuarto. Domínguez consiguió en 2021 completar su primera participación en la posición 53FERNANDO DOMÍNGUEZ REPITE
A dos ruedas, y por segunda vez, estará Fernando Domínguez. El de Palomares del Campo competirá en esta ocasión por parte del equipo alemán X-raid, ya que su escudería habitual no ha podido reunir el presupuesto como para llevar a todas las personas requeridas en cuanto a pilotos y asistencia mecánica. Embarcado en un equipo profesional y apoyado por la Diputación de Cuenca, señala que no puede estar más ilusionado por repetir la experiencia.
Domínguez tirará de experiencia para este Dakar, siendo el primero en un durísimo 2021 que, asegura, le ha curtido de sobra para afrontar todo lo que se viene. “Estoy tranquilo, sé dónde y a lo que voy, lo que me da un gradito de madurez”. Para estar aquí ha debido pasar una dura criba de selección, pero su participación de hace dos años le ha valido para estar entre los privilegiados pilotos que correrán el Dakar. Continuando con esto, Domínguez señala que esta segunda participación le dará una perspectiva diferente, ya que en la primera “me costó varios días darme cuenta de que no iba allí a verlos, sino que estaba corriendo”.
En cuanto a sus expectativas, tiene claro que va a superarse a sí mismo y a completar de nuevo el recorrido. “Firmaría ahora mismo terminar el último”, declara Domínguez, en alusión a la dificultad que supone solo terminar –algo que en 2021 hizo en el 53º puesto, una sorprendente marca-. Asumiendo –al igual que los Plaza- que es imposible competir con los vehículos oficiales y pilotos profesionales, a Domínguez no le falta ilusión: “Es la cabeza, las ganas, la adrenalina... lo que sueñas de niño”, comenta. Con ese mismo sueño, los conquenses se lanzan este 2023 a otro Rally Dakar que promete ser una gran aventura.