La conquense Mónica Plaza ha rozado el podio en su primera carrera como copiloto junto al catalán Eduard Pons en la Baja Poland, logrando el cuarto puesto en la categoría T4 y séptimos en la absoluta, lo que aún deja al piloto de PONS Rallysport con opciones para seguir luchando en la Copa del Mundo de Bajas Cross Country.
La prueba, con sede en la localidad polaca de Szczecin, es la quinta del circuito mundial. Se ha celebrado tan sólo un mes después de la mítica Baja Aragón, donde Plaza compitió como piloto del circuito nacional. Del estreno a la derecha de Pons, Plaza destaca "la compenetración en el interior de la cabina, el buen ambiente, la gran persona que es Eduard y su pasión por la competición. Es un piloto excepcional", señala.
Pons y Plaza, subidos en su Can-Am South Racing, se enfrentaron a 488,91 kilómetros de recorrido distribuidos en una prólogo, y dos jornadas de carrera por caminos en zona de entrenamiento militar y muy arenosos, donde se generaron rodadas enormes con surcos considerables que complicaban la conducción "Además teníamos árboles muy cerca del camino. La navegación es siempre un reto en una Baja y esta no iba a ser menos, en especial en los cruces. Un error el primer día nos penalizó en el orden de salida. Hemos ido de menos a más, ha sido verdaderamente apasionante. El equipo es magnífico", apunta Mónica.
Por su parte, Eduard Pons comentaba que, al margen de los pequeños problemas surgidos, están satisfechos por el trabajo realizado, con una muy buena visualización de la carrera por parte de Mónica. "Cada vez que hemos tenido oportunidad hemos demostrado nuestra velocidad y esto nos motiva a seguir luchando por las posiciones de podio de la copa. Salimos muy contentos de Polonia", asegura el catalán.
Arena, incidencias y buenas sensaciones
En la prólogo, un pequeño error en un cruce les hacía perder unos pocos segundos, aunque valiosos de cara al ránking de salida. El sábado, en una SS2 y SS3 muy complicadas en lo que se refiere a la navegación, el tándem Pons-Plaza iban de menos a más.
Por la mañana acabaron en la cuarta posición de su categoría por detrás de dos pilotos locales, conocedores del terreno, y de su principal rival, con el que sólo cedían 12 segundos. Por la tarde, la rotura de un palier del Can-Am complicó las opciones del equipo, viéndose obligados a rodar unos 70 km en unas durísimas condiciones que implicaron una gran pérdida de minutos.
La desigual distribución del kilometraje de la prueba polaca -donde el grueso se concentró en una maratoniana jornada del sábado- hacía que el domingo, con muy pocos kilómetros, fuera casi imposible recuperar posiciones. Una penalización de 10 minutos, además, no les ayudó.
Al ataque también el domingo
Sin embargo, el quipo Pons-Plaza salió al ataque para continuar sumando puntos en la etapa. En el primer paso por la especial SS4 Eduard y Mónica demostraron su potencial al conseguir una tercera posición, sólo por detrás de los dos hermanos Goczal, que corrían en casa. En el segundo paso por esta cronometrada los de PONS finalizaron quintos. Cerraron su primera participación en la Baja Poland en la cuarta posición final de su categoría, la T4, y séptimos de la general absoluta. Con ello logran llevarse 22 puntos y se quedan a 13 del podio, con tres carreras aún por disputar.
Pons señala que "las características de esta prueba son totalmente diferentes al resto del campeonato, se corre en un campo militar y en los cruces hay muchas marcas en todas direcciones, lo que hace muy difícil la navegación. El pequeño error del prólogo nos condicionó, aunque no tanto como otras carreras, pero la penalización que recibimos fue determinante. Aparte de estos pequeños problemas, estamos muy satisfechos".
La nota dramática de esta carrera la protagonizó el Toyota Hilux de Yazeed Al-Rajhi que salió ardiendo, un accidente sin consecuencias personales pero que consumió por entero el coche. "Para todos fue un shock enterarnos de lo ocurrido. La fortuna fue que piloto y copiloto pudieron salir ilesos", asegura Plaza.