Michael Apelgren, técnico del IK Sävehof sueco, ha analizado el estreno en Copa EHF de su equipo ante el Rebi BM Cuenca, al que ha vencido por 22 a 30. También lo ha hecho la figura del equipo en el día de ayer, Simon Möller, joven portero que firmó un gran partido.
Apelgren declara estar muy contento con su equipo y, sobre todo, se muestra orgulloso de ganar aquí, ya que el ambiente es fantástico. “La afición de aquí es algo especial y no es fácil para nadie”, transmite el sueco en idioma castellano, ya que lo hablaba con una sorprendente fluidez.
Reconoce que esa presión ha podido hacer que su equipo se cayese ligeramente en la segunda mitad, ya que este tipo de ambientes no son comunes en Suecia, pero desde luego declara estar satisfecho con sus jóvenes jugadores, chicos de 18-20 años que juegan por primera vez en Europa y que han dado la cara.
Sabía Apelgren que Cuenca estaba teniendo problemas en los últimos partidos, pero no esperaba irse con una renta tan alta -6 goles- al descanso. No obstante, valora que los locales han hecho un buen trabajo poniéndoles presión después del paso por vestuarios.
Valoraba Apelgren también el trabajo de Simon Möller, su portero, que declaraba a los micrófonos tras el encuentro que se sentía muy bien tras su gran encuentro, si bien muestra ambición al asegurar que también estaba algo frustrado al no poder tener una mayor ventaja al descanso. Declarando que esta es posiblemente “una de las canchas más ruidosas en las que he jugado en toda mi vida”, sabía que la renta se podía difuminar rápidamente, por lo que lo único que tenía en mente era salvar el próximo balón.