"Nada más empezar, me encontré muy cómodo, decidí tirar un poco para ver qué ocurría porque vi que cada vez el grupo se mantenía más, seguí tirando poco a poco porque quería hacer buena marca, tenía muy buenas sensaciones. Tenía pensado guardarlo todo para las últimas vueltas, pero cada vez aumentaba el ritmo y me sentía bien, y me vi con mucha confianza hasta llegar a la meta".
Así describe el campeón de España Sub-16 de los 3.000 metros, Mesfin Escamilla, la carrera que le ha llevado a colgarse la medalla de oro en la competición nacional. Una carrera apasionante para el conquense que sigue haciendo historia para el Club Atletismo Cuenca y para el deporte conquense. Por si fuera poco, Escamilla no sólo fue campeón nacional, sino que además logró reducir en nueve segundos el mejor registro de este campeonato, parando el cronómetro al cruzar la meta en 8 minutos y 43.06 segundos. "No sabía que era el récord de los campeonatos, al llegar miré el reloj vi el tiempo y sabía que era campeón de España, pero nada más", declara.
Una bestialidad que el corredor aún está asimilando, ya que horas después de subirse a lo más alto del podio declara que "sigo sin creérmelo, no soy consciente de nada, estoy como si fuera a correr hoy o mañana de nuevo".
Mesfin admite que "las primeras personas que se me pasaron por la cabeza tras ganar fueron mi madre, que siempre está ahí conmigo, mis entrenadores, Alberto y Casti, que son los que me han ayudado y trabajado toda la temporada y mis compañeros de club, que son un gran apoyo en los entrenamientos, siempre están ahí y es fundamental tener los piques sanos que tenemos".
Este oro se suma al que el conquense consiguió en febrero en el Campeonato de España de Campo a Través Sub-16 por equipos, además del 9º mejor tiempo histórico en los 3.000 metros sub-16 del atletismo nacional. Logros que "desde ya" pasan a una segunda página para él. "Me lo han dicho los entrenadores nada más terminar, ahora toca descansar, y después, empezar a pensar en la próxima temporada".