Juego, set y aniversario. El Club Cuenca de Tenis está celebrando este 2023 su 50 aniversario, y es que desde su fundación en 1973, han ocurrido muchas cosas. Hoy en día, esta joya situada en el Pinar de Jábaga -magnífico pulmón natural de la provincia- ha crecido de manera inimaginable y constituye un espacio multideporte en el que se puede practicar un amplio abanico de disciplinas entre las que destaca, por supuesto, el tenis, que antaño supuso ser el primer club de Castilla-La Mancha.
La iniciativa se hizo realidad en el 73 después de que un grupo de siete amigos -ahora conocidos en el club como “Los siete magníficos”, en referencia a la famosa película- amantes del tenis y del deporte. No disponían de un espacio más cercano para hacerlo, por lo que pensaron en adquirir unos terrenos para crear un club que se adaptase a ellos.
Así lo explica Paco Villar, uno de esos “magníficos” junto a Francisco Rodríguez Fonseca, Adolfo Peña, Mariano Requena, Jesús Gómez de Ramón, Julián Requena y Manuel Pérez. Lo que comenzó con una inversión de 350.000 pesetas para una hectárea fue creciendo poco a poco al recibir rápidamente el apoyo de muchos socios, algo que no esperaban: “Fue más rápido de lo que pensábamos. Creíamos que sería difícil llegar a cifras de alrededor de 100 socios, que era lo que nos planteábamos, pero empezó a llegar un número de gente bastante importante y suficiente como para acometer el resto de obras”, cuenta Villar, ya que el club se abrió con poco más de una pista de tenis.
Cinco décadas después, cuentan con tres pistas de tenis de tierra batida -siendo este el único espacio de la provincia en la que está disponible-, tres pistas de tenis duras, dos de pádel, una de frontón, otra de fútbol sala, un gimnasio, dos piscinas de niños y una de adultos. Precisamente fue esta la primera piscina abierta en Castilla-La Mancha tras la pandemia, aprobándose un protocolo sanitario en la misma que a la postre se trasladaría al resto de piscinas de la región. A día de hoy, la entidad cuenta con 280 números de socio, si bien se pueden usar de modo familiar, por lo que desde la directiva se detalla que son alrededor de 700-800 usuarios los que disfrutan del espacio del club.
LAS “BODAS DE ORO” DEL CLUB
Cecilia de la Pola, secretaria del Club Cuenca de Tenis, explica que para este 50 aniversario han preparado una completa serie de actividades entre las que se encuentra el adelanto de la apertura de la piscina, la instalación de paneles con fotos del club a lo largo de los años, multitud de torneos de tenis, ping pong, fútbol y vóley playa, a los que faltan por unirse los de baloncesto y natación. Este último causa gran expectación, apunta la secretaria, ya que define al club como muy “piscinero”: de hecho, durante la década de los 80 y principios de los 90, un nutrido grupo de socios conformaba el equipo de natación, que incluso salía a competir. Para finalizar, además de la tradicional cena del club en la que se proyectó un emotivo vídeo recordando estos 50 años, aportan que intentarán llevar a cabo otro torneo de tenis para mover el deporte en Cuenca.
Después de medio siglo, en el Club Cuenca de Tenis tienen claro qué es lo mejor para ellos: “El club ha cambiado pero la esencia es la misma, es muy familiar. Llegas y conoces a todo el mundo, incluso un amigo decía que nos conocemos por ocho apellidos. Tus hijos juegan con los hijos de los que eran tus amigos cuando eras niño”, cuenta Cecilia, quien cuenta que han sido muchas las familias las que se han ido sumando desde que era pequeña, ya que se ha criado prácticamente en el club.
LA ESCUELA, EL GRAN VALOR DEL CLUB
Si bien la oferta del club se ha ido ampliando con el paso de las décadas, la entidad mantiene su razón de ser y su eje central, que no es otro que el tenis. Sigue siendo un gran reclamo para los amantes de la raqueta, y por supuesto, para los más jóvenes. Durante la temporada regular, son alrededor de 300 los alumnos que practican tenis en las instalaciones del club, a los que se suman los campamentos de verano que ahora tienen lugar.
Jorge Saiz, uno de los monitores del club, explica que disponen de distintos niveles, si bien nadie se queda fuera: “Desde niños de 3 añitos hasta adultos de 80 años. Se va enfocando en función del nivel de cada uno”, cuenta Saiz. Se divide, así mismo, en distintos niveles, tales como iniciación, perfeccionamiento y competición. En este aspecto, la entidad cuenta con jóvenes federados que ya firman buenos resultados a nivel regional. El actual campeón benjamín -Diego Abarca- ha salido de estas pistas, y por las instalaciones también han pasado otras destacadas deportistas como Laura Ortega o Julieta Honrubia, ambas becadas en Estados Unidos para compaginar estudios y tenis.
Paco Villar: “Ver cómo ha ido creciendo el club poco a poco es un orgullo, especialmente para los siete amigos que lo fundamos. La gente intentará que siga, por lo menos, otros 50 años más”NUEVOS RETOS PARA LOS PRÓXIMOS AÑOS
El club no ha cumplido 50 años para quedarse aquí. Por delante tiene nuevos proyectos para aumentar su apuesta por el deporte y sus instalaciones. “La piscina tiene que actualizarse, porque aunque está en buenas condiciones y sea uno de los mejores puntos del club, tiene que adaptarse a la normativa. También queremos hacer una zona de lectura, amueblar otras habitaciones en desuso y mejorar la eficiencia energética para el invierno”, comenta María Jesús Lázaro, vocal del Club Cuenca de Tenis, que nombra también la creación de equipos de fútbol y baloncesto como otro de los retos que se baraja.
En definitiva, tratarán de seguir creciendo en todos los aspectos y es por ello que invitan a todos los conquenses a descubrir este pequeño paraíso deportivo y social al que, en palabras de uno de sus fundadores, le llena de orgullo ver hasta dónde ha llegado y dónde puede llegar: “Intentaremos que sean otros 50 años más”, concluye Villar entre risas.
