Veinte años no es nada, decía Carlos Gardel en su famoso verso, aunque para la honrubiana Matilde Fernández ‘Mati’ ha sido todo un recorrido de emociones al que ha asistido, siempre, vistiendo el blanco del Fundación Albacete. Dos décadas en el club albaceteño le han convertido en la primera ‘One Club Woman’ española, premio otorgado por el Athletic Club de Bilbao para premiar a futbolistas cuyas trayectorias se han desarrollado en un único club. Hoy, con las botas ya colgadas, mira atrás para recordar con cariño estos años de sudor y lágrimas.
Fernández no esconde que este reconocimiento le pilló totalmente por sorpresa cuando recibió la llamada del Athletic Club de Bilbao, quedándose sin habla y “tardando unos días en ser consciente del honor que eso conllevaba”. Enormemente agradecida al club bilbaíno por acordarse de ella en este premio a nivel mundial, saltó al césped en el descanso del Athletic-Betis, y entre los aplausos de un repleto San Mamés, recibía el galardón que premiaba su fidelidad al club de su vida, el Fundación Albacete.
Por mucho que le sorprendiese la llamada, lo cierto es que ha hecho méritos de sobra como para recibir esta distinción.
TESTIGO DEL BOOM DEL FÚTBOL FEMENINO
Desde los 14 hasta los 34 años ha estado Mati en el Funda, aunque la futbolística no ha sido la única faceta de la conquense, que representa además otros valores de incalculable valor: el de cuidar a los demás. Y es que ha compaginado su carrera como futbolista con su trabajo como enfermera. “La eterna capitana del Funda estuvo allí al pie del cañón, alternando las botas de tacos con su traje EPI”, resaltaba además el Athletic Club a la hora de anunciar el premio.
Relata Mati que, cuando empezó, y hasta hace pocos años, el fútbol femenino no solo no estaba bien remunerado, sino que directamente no estaba remunerado, por lo que siempre tocaba vivir de otra profesión para ganarse la vida. “Los años que hemos pasado las viejas glorias, como digo yo, no han sido fáciles”, comenta entre risas. “Mucho trabajo, cansancio y ansiedad que ni siquiera reconoces porque estás haciendo cosas que te gustan y no te das cuenta. Se ha pasado mal por esa parte, pero compensaba”, asegura.
Hoy día celebra que la situación ha mejorado notablemente y que, al menos, ya se dispone de un sueldo mínimo en Primera División. “Estos últimos años, a base de luchar, se ha conseguido un convenio y cosas impensables, pero todavía falta muchísimo camino por recorrer”, expresa la honrubiana, que ha sido testigo del boom.
“Estos últimos años, a base de luchar, se ha conseguido un convenio y muchas cosas impensables, pero todavía queda muchísimo camino por recorrer”UNA TRAYECTORIA PARA EL RECUERDO
Una carrera como la de Mati da para innumerables recuerdos, amistades y momentos especiales, aunque la exfutbolista lo tiene claro a la hora de elegir uno: el histórico ascenso a Primera del Funda en 2014, en el Carlos Belmonte, después de años luchando para que les dejasen jugar en el escenario del Albacete Balompié. Entrenadas por la también conquense Mila Martínez, remontaron al Granadilla Tenerife Sur para ascender a la máxima categoría en un inolvidable día. “Fue un sueño, parecía de película, la gente saltando al campo... Es el recuerdo que guardo con más cariño, con tus amigas además, que al final es una familia lo que teníamos”, recuerda Mati.
Como futbolista destacada y veterana que ha sido, lo cierto es que no le han faltado las ofertas, máxime cuando ha estado defendiendo además las camisetas de la Selección Castellanomanchega y la Selección Española. Si bien alguna era difícil de rechazar, la honrubiana declara que la diferencia de salario no era significativa y que no le atraía la idea de moverse cuando en Albacete estaba bien y, además, empeñada totalmente en conseguir el ascenso a pesar de que oía constantemente que constituían un equipo demasiado joven como para conseguir algo así.
Y es que, a pesar de que en el fútbol el cambiar de equipo está a la orden del día, Mati no siente que haya hecho nada excepcional. “He hecho lo que mi corazón me ha dicho en cada momento y no lo consideraba importante hasta que te llama el Athletic Club y te dice que lo que has hecho no lo hace mucha gente”, concluye entre risas. Por suerte, quedan galardones de este tipo para recordárselo, y así premiar la fidelidad, el trabajo duro y el sentimiento de identidad de un club.
Mati, eterna capitana del Fundación Albacete, se queda con el recuerdo de ese histórico ascenso a Primera División en el Carlos Belmonte