María Vicente se cuelga otro metal en su corta pero ilusionante carrera. La atleta de origen huelamero llegaba a los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires con la gran noticia del Comité Olímpico Español, que la designó para ser la abanderada de nuestro país. Con una sonrisa y alegría a borbotones se pudo ver a la especialista del heptatlón y triple saltadora liderar la expedición rojigualda en la ceremonia de inauguración.
Ya metidos en competición, y al igual que pasó con la prueba de los 100 metros donde participaba la velocista de San Clemente, Laura Pintiel, la prueba de Triple Salto contaba con dos días de participación, obteniendo como registro final el sumatorio de las dos jornadas. Tras la primera participación del sábado, la búlgara Aleksandra Nacheva y María Vicente terminaban líderes ambas, empatadas con la misma marca de 13,76 metros.
Todo quedaba visto para sentencia para este martes cuando las dos atletas revivían la emocionante disputa que mantuvieron ya en el pasado europeo de Györ, cuando María Vicente se impuso con un gran salto de 13,88m. Sin embargo, no ocurrió así. En los primeros intentos, la búlgara Nacheva lograba un 13,56m que superaba la atleta española con su salto de 13,67m. Pero en su segundo intento, Aleksandra logró un registro de 13,86m que Vicente no pudo superar en los tres intentos restantes.
Así, la saltadora se logró una medalla de plata que suma al gran palmarés de este verano, incluida la medalla de oro de Triple Salto en el Cto. de Europa sub-18, el oro de heptatlón y su récord de puntuación de la prueba, más el hecho extradeportivo de ser nombrada como Comendadora de la Orden de Santiago en el municipio de Huélamo. Unos logros que son sólo el aperitivo de lo que está por venir para esta futura estrella del atletismo español.