La prueba de rallies más dura del mundo regresa en esta, su 42ª edición, a un escenario muy parecido al de sus orígenes, el desierto central de Arabia Saudí. Una carrera que se celebrará del 5 al 17 de enero y que se aleja del formato que había tenido esta carrera en Sudamérica, con terrenos más firmes y más cercano a los ‘raid’ que a esa imagen de un vehículo atravesando dunas en mitad de la nada que imagina uno cuando pensaba en la emblemática prueba del París-Dakar.
Vuelve la arena, los páramos de tierra interminable hasta donde se pierde la vista, la esencia más pura de la naturaleza junto al binomio ‘hombre-máquina’ y, con todo ello, vuelve el nombre de Cuenca a esta competición. Lo hará de una forma muy especial, con la presencia de Manolo Plaza que correrá su edición número 15, si bien, esta será quizás la más especial de las que haya participado hasta la fecha, dado que lo hará en compañía de su hija Mónica, convirtiéndose así en la primera pareja padre-hija española en correr el Dakar.
“Por un lado es el año que más tranquilo voy a correr, ya que a diferencia de las anteriores, que tenía que estar pendiente de la preparación del coche, cargar los camiones y toda la preparación mecánica, en esta ocasión se encarga de todo ese trabajo la gente de nuestro equipo Sodicars; por otro, tengo la ilusión extra porque este año además voy con mi hija, lo que es un plus en la compenetración piloto-copiloto”, explica el piloto Manolo Plaza, a sabiendas que “esto no es como un rally que terminas la crono y desconectas, son 15 días durante 24 horas de carrera con el copiloto y el coche, la convivencia es esencial”.
Para Mónica, será la primera vez que corra la gran prueba, algo que le provoca “más ganas que nervios”, si bien la copiloto conquense cuenta con la grata experiencia de haber corrido el Rally de Marruecos, prueba en la que los grandes pilotos del Dakar ‘calienta motores’ para la carrera de año nuevo: “Han sido dos meses muy ajetreados desde que Momentum Task-Force entró en el proyecto y fue la base para trabajar en el sueño del ir al Dakar, pero tenemos la tranquilidad de poder centrarnos en la competición y en mi caso de conocer ya tanto el sistema de navegación que usaremos así como el nuevo formato de roadbook, lo que es una ventaja respecto a los rivales”.
"Es el año que más tranquilo correré y con el que más ilusión por hacerlo con mi hija"VUELTA A LOS ORÍGENES
Una de las características que han destacado los expertos en la prueba de esta edición es el recuperar la esencia desértica del Dakar. “Se retoma a ese concepto de etapas muy largas, de mucha arena, sin público o asistencia posible en mitad de una etapa”, señala Manolo que incide en la importancia de la “fortaleza mental casi por encima de la física” en una prueba donde el cansancio se acumula día tras día tanto el hombre como en la máquina, “más aún nosotros que nos tocará dormir en tiendas de campaña”, declara Mónica que pone de manifiesto otra de las dificultades añadidas a las que tendrá que enfrentarse el ‘Team Plaza’, a diferencia de equipos de mayor presupuesto que descansarán en auto caravanas, “hay equipos de unos 200.000 euros de presupuesto como el nuestro y otros de más de un millón de euros, la diferencia la marca el número de asistencia que tienes, posibilidad de recambio, componentes, coches oficiales, etc.”, explica Manolo.
En cuanto al terreno, las grandes dunas son un escenario en el que el piloto conquense se desenvuelve de maravilla, si bien supone un reto para él dado que correrá por primera vez con un vehículo de tracción trasera, con mayor potencia de carrera pero menor tracción total, algo que podría convertirse en un grave problema si quedan atrapados en las sinuosas arenas del desierto de Arabia.
Para ellos, las claves de la carrera estarán en “salir con tranquilidad los primeros días, para coger ritmo, hay que tener en cuenta que el Dakar es muy largo y las etapas después del día de descanso serán la clave”, tramos esenciales donde la orientación, la elección de ruta y el cometer los menos errores posibles son los puntos que persigue esta pareja conquense para así lograr el objetivo de “terminar la carrera, y si es posible, estar entre los 20 primeros”, una buena muestra de la competitividad que le corre al igual que la gasolina por las venas a padre e hija que harán historia llevando el nombre de Cuenca en la prueba de resistencia más exigente del planeta.
"Somos muy competitivos, iremos a terminar la carrera entre los 20 primeros”