Las temporadas deportivas llegan a su fin, pero para los más pequeños la diversión continúa: el Obispo Laplana, desde el pasado lunes 26 de junio hasta el viernes 28 de julio, es el hogar del Campus Sport Ciudad Encantada, que reúne a los más jóvenes amantes del deporte rey para disfrutar de unas semanas cargadas no solo de fútbol, sino también de ocio, convivencia y formación.
Se trata de la tercera edición del campus organizado por el club conquense, que se ha congratulado estos dos últimos años por el buen recibimiento y funcionamiento de sus predecesoras. En esta ocasión han sido 46 los niños que se han apuntado al campamento, divididos en tres grupos dependiendo de su edad y nivel.
Rafael Rocha, coordinador del campus y uno de los monitores del mismo, valora de manera muy positiva el número de niños apuntados durante esta primera quincena, que suele ser la que más éxito tiene de entre las cinco que se hacen en total. Así, la actividad recoge desde los más pequeños, que son los prebenjamines con 5 años, hasta a los cadetes de 15.
Se trabaja de forma individualizada con cada grupo, explica Rafael, quien detalla que con los más jóvenes se trabaja de manera didáctica el aspecto coordinativo para desarrollar sus habilidades y movimientos, mientras que a los mayores se les depura la técnica con juegos más competitivos y exigentes. “La dinámica es hacer unos buenos ejercicios de calentamiento y luego tecnificación específica para trabajar centros, remates, regates, habilidades…”, comenta. Aunque, al final de la mañana, entre niños y mayores siempre reina un claro favorito: “Los partidillos del final es lo que más están deseando, están toda la mañana diciéndolo”, reconoce entre risas.
En el Campus se trabaja con ejercicios acordes al nivel de los grupos, aunque por encima de todo triunfan los clásicos “partidillos” que se disputan al final de la mañanaLOS VALORES POR DELANTE
Aunque lo importante no es ni el fútbol ni la piscina, sino la convivencia y los valores que se aprenden en el campus: “Intentamos inculcarle valores de convivencia, respeto, educación y humildad en los juegos y las dinámicas. Los chicos responden a las mil maravillas y hay muy buen ambiente, tantos los que ya se conocían como los que vienen nuevos pasan una jornada fantástica”.
Es el caso de Marcos, uno de los jóvenes del campus. Aficionado al fútbol sala, ya que acostumbra a jugarlo en su pueblo, cuenta que le está empezando a gustar más el fútbol 8 desde que está en el campus, donde se divierte mucho con sus compañeros. Su posición, eso sí, no cambia en ninguna de las dos modalidades: es un fijo en la defensa. Juan, mediocentro y todo un experto en los penaltis, corrobora las palabras de su compañero y añade que disfruta de todas las actividades, aunque sin duda se queda con el fútbol 8.
Todavía restan dos semanas de diversión en el campus, y los interesados en formalizar una inscripción pueden informarse a través del número de teléfono 626678639. Porque el fútbol y la diversión no descansan en Cuenca.
“Lo principal es el disfrute y diversión de los chicos y eso se consigue a través de inculcar valores de convivencia, respeto, educación y humildad. Es lo primero que se les enseña a través de los juegos y dinámicas que hacemos aquí”