Luis Blanquer es un joven de Cañada del Hoyo que nació en el año 2004 y que, en cuestión de 15 meses ha pasado de conocer cómo se cogía un balón de rugby, cómo había que placar o las mismas reglas del juego a proclamarse campeón de España por selecciones sub-18.
Lo que sus entrenadores de la escuela de rugby del A Palos de Cuenca describían como todo un talento ha dado sus frutos de manera vertiginosa gracias a buscar una salida hacia el Levante para seguir creciendo con un balón ovalado entre las manos.
“Empecé por un amigo que se apuntó en Valencia, pero claro yo vivía en mi pueblo y allí no tenía nada. Gracias a mi madre preguntamos si había equipo en Cuenca y allá que fuimos”, explica el deportista que este fin de semana logró con la selección de la Comunidad Valenciana el título nacional de su categoría. “Descubrí el A Palos y el rugby, comencé a probar y, al principio no entendía mucho, pero me fue gustando desde un comienzo”, añade aún con cierta incredulidad.
Con la cantera de “los jabatos” estuvo seis meses puliendo su juego y consiguiendo ser seleccionado entre los 15 mejores jugadores de Castilla-La Mancha para jugar el Campeonato de España Sub-16. Una experiencia que fue fruto de “la pasión por un deporte del que estaba enamorado”. De esta forma, Luis comenzó a entrenar con el equipo sénior para ir poco a poco ganando tablas, pero la pandemia cortó de golpe todas sus ilusiones de seguir creciendo en el equipo conquense.
“Sabía que siendo menor de 18 años no podría competir en Cuenca y comencé a tomar la idea de irme a Valencia con mi padre y jugar en un equipo sub-18”, y así, tras los meses de confinamiento, el conquense comenzó a tantear un equipo en el que seguir desarrollando su pasión, pero nunca imaginaría las consecuencias.
“Yo tenía mucha ilusión y quería entrar en alguno de los mejores equipos. En Valencia hay muchos clubes de rugby, pero probé en el Rugby Valencia gracias a un amigo de mi padre y la recepción no pudo ser mejor ¡Pero no esperaba que en cuestión de meses llegara a ser titular en el equipo sub-18, luego campeón de Valencia y ser convocado por la selección valenciana!”. Fue un amplio proceso de ojeadores desde septiembre del año pasado que concluyó con una preselección de 33 jugadores de las que salieron los 28 finalmente escogidos para el torneo en el que se alzarían como campeones tras ganar en la tanda de tiros a palos a la selección Andaluza tras un empate a 10 después de los 80 minutos de juego.
“El rugby me ha cambiado la vida. Nunca habría esperado la llamada de la selección, ni mucho menos ser campeón. El verte en el campo, comprobar el gran nivel de tus rivales de toda España y enfrentarte a los mejores me ha ayudado mucho a entender el juego, las diferentes formas de verlo. Ahora tengo muy claro que quiero estudiar y formarme en el ámbito deportivo mientras sigo aprendiendo de este deporte”.
UN JABATO MÁS
Pese a su increíble crecimiento, Luis no olvida sus inicios conquenses no sólo por ser la cuna de su aprendizaje sino por la especial manera que se vive este deporte en Cuenca. “Es una familia que te enseña todo y, pese a que ya no estés allí o ‘te independices’ deportivamente, siguen respetándote. Aprendí mucho de Paco, de Guille, pero no solo en cuanto al juego, sino también a los valores, al respeto al contrario y a tu compañero, es el más grande de los sentimientos”.
Sin tiempo a asimilar su última victoria, el conquense disputará este fin de semana el campeonato de España de clubes con el Rugby Valencia ante los mejores rivales del panorama nacional.
