Lidio Jiménez, entrenador del Rebi BM Cuenca, compartía sus impresiones sobre la victoria de su equipo minutos después del pitido final. Otorga este triunfo a la colectividad del equipo, si bien asegura que todavía no están a su 100% y que tendrán que estarlo pronto, ya que se viene un calendario duro y quieren seguir con las sensaciones positivas.
Se esperaba un partido trabado, algo propio de estas primeras jornadas en las que el rodaje todavía no está a punto. En este sentido, ha detectado a un Anaitasuna más puesto a punto, ya que llega de jugar más partidos –el choque inaugural ante el Barça-. Si bien han podido romper el partido antes, acusa ciertos momentos de irregularidad en los que los pamploneses se les ponían empate, si bien han dominado el marcador y el juego.
“El equipo ha trabajado muchísimo en defensa”, valora Jiménez, en alusión al gran partido –y el bajo parcial en contra, tan solo 21 goles- que han hecho los suyos. Por supuesto, destaca la actuación del meta Miguel Espinha, del que contabiliza al menos 7 u 8 paradas que han sido trabajadas específicamente en situaciones de entrenamiento.
A pesar de las buenas sensaciones, aboga por no volverse loco, ya que es el primer partido y todavía queda mucho –prácticamente todo- por delante. Destaca las salidas complicadas a Barcelona y Torrelavega, así como la visita de Granollers. “Vamos como tractores y necesitamos semanas de mucho entrenamiento porque el equipo tiene que seguir creciendo, hay que trabajar mucho”, adelanta.
En cuanto al apoyo de El Sargal, que vibró fervientemente con la victoria de los suyos, se muestra satisfecho, pero advierte que hace falta mucha más masa social para que el club siga adelante: “Hay que llenar El Sargal como la penúltima jornada de la temporada pasada, creo que el equipo se lo merece. No vale con que vengan 1000 o 1500 personas, hacen falta 2000. Hace falta que la gente apueste por nosotros, y si no durará lo que tenga que durar y luego lloraremos, pero tienen que venir en masa al pabellón”, anima Jiménez.