La derrota del Incarlopsa Cuenca dejó un mal sabor de boca para Lidio Jiménez, que fue claro en la rueda de prensa postpartido con respecto a sus valoraciones. El técnico declara que anoche ganó el equipo "que más ganas tuvo de ganar", señalando que los suyos habían tocado fondo y les había faltado mucho para ganar. Lamentó el poco acierto del equipo en momentos claves, así como las pérdidas de balón y la fragilidad en defensa. Pero no solo el apartado técnico del juego disgustó al conquense, sino que señala también que el equipo no estuvo a la altura en concentración, intensidad y en "ganas de ganar". Añade que en la segunda parte el equipo no ha estado bien, sino que todo lo trabajado durante la semana no se ha hecho.
Lidio Jiménez insiste en que quedan dos finales en las que el equipo tiene que dar un paso adelante. La mayor preocupación del entrenador ahora mismo, según sus palabras, es que "el equipo se recupere mentalmente". Su prioridad es levantar a la gente para el partido del viernes, haciendo que se den cuenta de sus errores en este partido. Se encomienda al próximo partido, en casa además, ante el Atlético Valladolid -un equipo en una situación similar- para romper esta dinámica y que la gente empiece a creérselo.
Pone en evidencia la que para él es una de las claves de la derrota: que el equipo baja los brazos cuando va por detrás y le cuesta remontar. "Falta ese alma que tenemos en Cuenca", señala Lidio. Se despedía Lidio pidiendo perdón a la afición por la derrota y, sobre todo, por los últimos 10 minutos en los que dejaron de competir. Asimismo, insta a la afición a animar al equipo para llevarlo en volandas y salir más fácilmente de esta adversa situación.
