Si bien la Liga Sacyr Asobal retrasará su comienzo hasta el próximo 9 de septiembre, el Incarlopsa Cuenca ya tenía la mente puesta en su estreno un año más en la división élite del balonmano nacional. Finalmente y ante el aplazamiento de la jornada 1 y 3 del calendario, los conquenses han optado por sustituir este inicio a domicilio ante el Dicsa Moduldar Cisne por el encuentro amistoso ante el Recoletas Atlético Valladolid, previsto en un principio dentro de la pretemporada de ambos equipos pero que fue suspendido por presentar síntomas de COVID-19 uno de los jugadores del cuadro pucelano.
La situación es atípica, no es ningún secreto, y en consecuencia así lo ve Jiménez: "Diría que la pretemporada ha sido especial, diferente a otros años. Con muchas incógnitas y un poco estropeada, porque teníamos esa línea de rodaje con cinco partidos después de tanto parón, porque creímos que era bueno que el equipo compitiera y tuviera buenas sensaciones de competición. Al final se estropeó con los partidos aplazados, por eso creo que no son las condiciones más idóneas para afrontar un inicio de liga con tantos partidos en tan poco tiempo". Eran declaraciones que recriminaban un inicio de cuatro encuentros en unos diez días instantes antes de que el Comité Nacional de Competición aplazara los dos primeros encuentros. A pesar de ello, el vaticinio de Lidio no fallaba: "No es lo ideal por las pretemporadas que se han hecho y los equipos no estaremos al cien por cien hasta dentro de varias semanas. Yo personalmente pienso que vendría bien un retraso por muchas circunstancias pero por aclarar la situación del protocolo, pero es algo que no depende de nosotros".
El técnico volvía a recordar su malestar con una liga con 17 equipos y la posibilidad de que haya que suspender partidos por motivos de la pandemia para volver a ajustar los encuentros en un año realmente complicado para la agenda del balonmano, con un mundial y juegos olímpicos en 2021. "Es algo que se tenía que haber retomado muchos antes, no a falta de dos días. Tanto Federación como Asobal tendrían que haber hecho las cosas bien y solucionarlo, nosotros somos meros mandados, podemos opinar, pero los que deciden son otros".
Y es que el preparador del Incarlopsa Cuenca recuerda que ante el parón durante todo el verano de los organismos que gestionan este deporte, los entrenadores de los 18 clubes de Asobal propusieron "varias opiniones, propuestas y soluciones que tienen como principal argumento el poder empezar y terminar la liga". Así, destaca que "hay muchas formas de jugar la liga, es un año muy especial por la situación y creo que se debería escuchar a los profesionales, a los entrenadores, jugadores, etc. Fue tan fácil como hacer un grupo de Whatsapp y comenzar a proponer alternativas, dimos varias fórmulas. Unas más complicadas y otras no tanto pero al menos se debería intentarlo porque si no, este deporte va a sufrir y muchos clubes van a desaparecer. El formato es lo de menos, pero hay que adecuarlo al que menos riesgo tenga para que la competición no se pare".
Entre estas soluciones comentadas tanto por los técnicos de Asobal como por el preparador conquense está el modelo burbuja. Una opción de competición mediante sedes en las que se desarrollen los partidos de todos los equipos en un mismo punto durante varios días y que poco a poco se disputen los partidos en un entorno de 'burbuja', con un aislamiento de los participantes para así evitar contagios.