El Rebi BM Cuenca disputó ayer la penúltima jornada de la primera vuelta de la ASOBAL ante BM Nava, siendo este el último choque del año en El Sargal. Se cerraba con un reñido empate a 27 que Lidio Jiménez, entrenador del equipo, valoraba momentos después en rueda de prensa.
El conquense lo califica como uno de esos partidos atractivos para el espectador en los que ha habido una parte para cada equipo. “Al final, creo que el empate es justo. Nadie merecía perder”, transmite. Lo que sí lamenta es que han firmado, según sus palabras, su peor partido a nivel defensivo en casa de esta temporada. Percibía falta de intensidad por momentos el míster, haciendo que los naveros anotasen demasiado fácil.
Por otra parte, encuentra en las pérdidas de balón –un problema endémico esta temporada- la clave de esta floja primera mitad. “Las pérdidas nos han matado, miras las estadísticas y ellos tienen 7 u 8 y nosotros 15. Mucho regalo, pases al pivote sin mirar… nos están matando”, insiste el entrenador.
Para colmo, volvían a “aparecer fantasmas”, comenta Jiménez, cuando Pablo Simonet debía retirarse del encuentro por lo que parecía ser un problema en el gemelo. “Son tantas lesiones que a mí ya ni me afecta. Si no está uno, está otro”, declara Jiménez, añadiendo que ha afectado mucho en el transcurso del partido esta pérdida. También lo hizo, aprecia, esa doble exclusión en los minutos finales.
Queda así tan solo un partido: el de Artaleku ante Bidasoa Irún, donde irán a competir con todo. Con respecto a una valoración –a falta de este partido-, señala que hay que valorar cómo está la liga en general: a pesar de que tienen 13 puntos, forman parte de ese mogollón de equipos que está con cifras similares. Apunta también que ha habido circunstancias especiales –competición europea y las lesiones- que han afectado al rumbo.
Concluye con un esperanzador mensaje que se resume en que si recuperan a los lesionados –y quién sabe si incorporar a alguien más-, podrían optar a luchar por cosas bonitas en la segunda vuelta de la ASOBAL.
