"Cuando Pablo agarró la pelota le grité diciendo que no tirase, para que nos quedara ese tiro libre. Luego Thiago agarró el balón y le dije 'dámelo'. Lidio gritaba para que tirase Thiago, que venía de meter misiles, y le dije 'déjame, yo me la tiro". Así relata el argentino Fede Pizarro los instantes finales al lanzamiento con el tiempo cumplido que supuso la victoria para el Incarlopsa Cuenca ante el Fraikin Balonmano Granollers por 26-27. El "gladiador" declara que "no es una situación nueva para mí, pues en Argentina lo he hecho dos o tres veces para definir partidos o entretiempos. También hice uno en el mundial a Suecia que me atajó el portero con el pie, muy parecido al de Granollers, y en los Juegos Olímpicos de Río le hice un gol así a Landin, pero no me cobraron el gol porque el árbitro decía que había levantado el pie".
En el caso del reciente partido de la Liga Sacyr Asobal, la instantánea de Xavier Solanas no deja lugar a dudas de que el lanzamiento es completamente lícito. Pues en el momento de soltar la pelota, Pizarro se mantiene pegado al suelo con la puntera de su zapatilla. "El gol y la victoria fue un premio al luchar y a no dejar de competir. Pienso que merecíamos ganar sin tener que haber llegado incluso al final con ese tiro libre. Ganábamos de tres faltando tres minutos, hay un ataque en el que me apuro, y en las tres defensas seguidas lo hacemos muy bien, podrían haber pitado faltas en ataque, pero nos encontramos ese tiro libre después de 35 segundos luchando y manteniendo la pelota viva sin rifarla con dos jugadores menos", defiende el argentino.
El propio jugador admite que el equipo no tuvo su mejor primera parte, cometiendo un 'apagón' durante los primeros diez o quince minutos "que en partidos de los equipos de abajo te hacen ir gol a gol, pero contra Granollers te hace irte cinco abajo al descanso". Un parón intermedio seguramente muy complicado y al que nadie le hubiera gustado estar en el vestuario del Incarlopsa Cuenca. "Lidio hizo lo que tenía que hacer. Nos dio un golpe de realidad, gritó lo que tenía gritar y salimos al segundo tiempo totalmente diferente", explica Pizarro.
Fue ese segundo tiempo el que hizo dar un parcial de ocho goles a Cuenca que le dio hasta una ventaja de tres tantos cuando parecía un equipo derrotado tras los primeros treinta minutos. 'Fede' señala que la clave no estuvo en ningún invento, sino en recobrar eso de lo que Cuenca vive en sus triunfos: la defensa. "Hicimos nuestra defensa, la defensa de Cuenca. Dura, compacta, con ayudas y ayudando mucho a Leo. Cuando nuestra defensa funciona, Leo responde y se crece. Eso hace que en ataque, te sientas bien, jugando más suelto y sin tanto miedo al error porque sabes que te está bancando esa defensa".
Pese a todo, el lateral admitió que el equipo, y en especial los internacionales, llevan una carga acumulada importante de la que pondrá descansar en las próximas dos semanas. Una "barra de energía" que "seguramente no está al cien por cien", pero que con la intensidad de un partido como el de Granollers, Pizarro asegura que "la adrenalina te hace que se te olvide ese cansancio y sólo pienses en ganar".
El equipo cierra la jornada 22 con una sonrisa del triunfo a la espera de que se celebren el resto de encuentros. Volverá a competir el próximo 17 de marzo en casa ante el ABANCA Ademar León, en un Sargal que, si todo se mantiene, podrá albergar un máximo de 300 personas de la misma manera que pudo hacerlo ante el Balonmano Benidorm el pasado mes de diciembre.