El Liberbank Cuenca se deja el alma sobre la pista y encarrila su pase a Europa (34-18)
Ni el más gélido de los temporales habría evitado que la masa social expectante y hambrienta de balonmano europeo hubiera copado hasta el último rincón de El Sargal. La mañana dominical fue un peregrinaje para los fieles del Liberbank Cuenca que afrontaba, una campaña más, una nueva cita histórica para la entidad, Cuenca y la región: otra eliminatoria de competición europea. Enfrente, un Alpla HC Hard que afrontaba por séptima vez el sueño de pasar las rondas previas de la EHF, objetivo en el que se ha estacando durante los últimos siete años.
El choque se salió de la rígida línea de la normativa y dio comienzo dos minutos antes de la hora marcada, un hecho anecdótico para el espectacular comienzo que imprimieron los de Lidio Jiménez. Marrochi tuvo el honor de ser el autor del primer gol europeo del Liberbank Cuenca en esta campaña; acto seguido, empataron los austríacos por medio del pivote Schweighofer, pero sólo sería un espejismo ante el vendaval que llegó. Natan volvió a poner la ventaja para los suyos para perpetrar un parcial de 5-1 hasta el minuto diez de partido. Leonel Maciel, cómodo en los tiros lejanos de su rival, empezó a deleitar a la parroquia con sus paradas, y el Liberbank, bien a la contra con Colo y Sergio López, o en estático, agujereó la meta de Doknic con Lucas Moscariello como destacado protagonista. El argentino volvió a estar en el inicio de escándalo en su posición, abriendo hueco para recibir balones y anotando ante el gigante montenegrino con variedad de estilos, desde el disparo seco a la vuelta como con varias roscas marca de la casa. El resultado, 9-3 en el ecuador del primer tiempo, pese a que el técnico rival Gärtner intentó parar la sangría con un tiempo muerto que fue en vano.
El Sargal pedía más, la Furia Conquense hizo honor a su fama y provocó todo un masaje para los sentidos al mezclarse sus fervorosos cánticos con el juego de un Cuenca guiado por Marrochi y Natan, con un catalán que se sacó en esta cita la espina de sus recientes descafeinadas actuaciones en Asobal.
Llegó la reacción del Alpla, que comenzó a anotar sus primeros goles con lanzamientos duros de Wurst, Raschle y Poklar. El parcial de seis se redujo a sólo cuatro goles de diferencia, momento en el que Lidio paró el choque para refrescar nociones a los suyos y evitar pájaras similares a la de Valladolid.
Los visitantes sufrieron un nuevo revés cuando el croata Horvat fue expulsado con tarjeta roja por la pareja arbitral israelí tras agarrar en el cuello a Marrochi en una internada del uruguayo a portería. Una baja sensible para los intereses de Gärtner y compañía que se quedó con Poklar como principal valedor en ataque, evitando que la ventaja de cinco/seis goles de Cuenca fuera a más, y es que los de Lidio no bajaron el pistón. Pese a que los ataques parecían atascarse, los jugadores del Liberbank se las ingeniaban de recursos para superar a Doknic, bien con la misma moneda que los austríacos (con lanzamientos lejanos de Thiago Alves) o bien con el pivote, donde volvió a aparecer Doldán, y donde volvió a dejar su globos como seña de identidad. De esta forma, el trabajo y esfuerzo de los conquenses les dejó un marcador en consecuencia al descanso, dominando por 15-9.
Rendimiento al máximo sin mirar el marcadorEl intermedio sobró en el guion del partido, pues el Liberbank Cuenca continuó arrollando al conjunto austríaco. Si Zivkovic anotaba dos goles con facilidad nada más arrancar el juego, los locales se gustaban anotando con Thiago, Sergio y Marroch, mientras que Maciel lucía un inconmensurable bajo su arco.
Con ventaja máxima de ocho, la contienda entró en calma durante unos minutos de igualdad hasta que ‘Colo’ Vainstein alcanzó con su gol los 20 en el conteo para Cuenca. Gärtner estalló en su banqueta y soltó la tarjeta del tiempo muerto en la mesa central para intentar evitar que la brecha siguiera aumentando, pero Cuenca se mantuvo constante como un martillo pilón. Doldán puso la ventaja en diez (22-12), y Natan, a la contra, hizo deleitar a El Sargal que comenzó a cantar a capela a sus jugadores ante semejante obra de arte balonmanística cuando aún faltaba quince minutos para la conclusión del partido.
La sentencia estaba dictada, pero no por ello el Liberbank soltó a su presa. Era un deleite para el aficionado conquense ver como el equipo rival era una nimiedad ante el músculo y la efectividad de los locales: Hugo López, Eskericic, Colo, Natan…los goles caían mientras los austríacos no podía batir a Maciel. Cuando el técnico austríaco volvió a pedir tiempo muerto, El Sargal era testigo a un Liberbank que casi doblaba al Alpla en el conteo (29-15).
A tres minutos de la conclusión, El Sargal por completo comenzó a hacer la ola y a botar mientras su equipo no paraba de agrandar la ventaja máxima por un lado, y de agotar la lista de calificativos para aludirlo. Así, Cuenca doblegó a su rival en el tanteo (34-17) antes del postrero gol Schwärzler con el que finalizó el choque.
Víctoria que roza la perfección y que permite al Liberbank Cuenca viajar al partido de vuelta en Hard con 16 goles de ventaja. Toda una muestra de ambición del club conquense por meterse por segunda vez consecutiva en su historia en fase de grupos de la Copa EHF, pese a que aún quedan 60 minutos por delante en los que los de Lidio tienen que dar muestra de su profesionalidad y respeto por el rival, y competir hasta el último instante para certificar de manera oficial su clasificación.