El Sargal recuperaba por segunda campaña consecutiva el brillo de las citas europeas. Un logro que ilumina más allá de la figura del Liberbank Cuenca, hasta la ciudad, provincia y región siendo foco de uno de los pocos escenarios que pueden decir que son testigos de encuentros de carácter continental. Enfrente de esta cita dominical, un Holstebro que ya sabía lo que era El Sargal y el inhóspito ambiente que se genera para el contrario. Así sucumbió la pasada temporada (26-24) y, pese a la plaga de lesiones en el cuadro local (sin Baronetto, Vainstein, Fekete ni Marrochi convocados y con Hugo López tocado), así aspiraban a repetirlo los pupilos de Lidio Jiménez.
Con el pitido inicial, un pabellón entero rugió a pesar de las colas de aficionados que aún quedaban en la entrada de la instalación. El lleno estuvo asegurado y la afición conquense no falló. En pro de esta concesión, los jugadores del Liberbank refrendaron el gesto con una entrega digna. Thiago colocó el primer conquense de esta fase de grupos para igualar el temprano gol de Lindholt. Un toma y daca que continuó en jugadas siguientes con Dutra anotando para el Liberbank y Meklenborg para el cuadro danés.
Pasados los primeros cinco minutos de cortesía, Cuenca desplegó su arsenal desde la línea de nueve metros. Thiago y Dutra avasallaron a cañonazos a un pobre Gade, que también sufrió la puntería de Sergio López desde el extremo. Cuando la ventaja llegó a los cuatro goles (6-2), Westerholm tuvo que pedir tiempo muerto para recolocar la idea de los visitantes.
El ‘break’ temporal no tuvo un efecto inmediato, pues Maciel se encontraba cómodo con los disparos lejanos que se obligaban a hacer los daneses ante el aviso de pasivo de algunas acciones. Lidio jugó bien sus cartas y limitó los contraataques, algo que dio alas a su equipo que llegó a alcanzar una renta máxima de seis tantos (9-3), justo cuando Armando Arce, el jugador juvenil de primer año que disfrutó de su oportunidad de jugar ante las numerosas bajas y respondió con un gol que llevó al éxtasis al Sargal.
El Holstebro modificó su rutina y el gigante Frandsen entró en portería, mejorando así los porcentajes de acierto bajo palos de su equipo. Por otro lado, ante el acoso premeditado a Bramming, tal y como avisó Lidio Jiménez en la previa al partido, apareció la figura del extremo contrario, Kildelund, que tuvo vía libre para ir recortando a la contra la ventaja conquense.
Robos en defensa, jugadas finalizadas en un puñado de segundos en incluso la estrategia del portero jugador con 7 jugadores en ataque le sirvieron para ir poco a poco reduciendo distancias, hasta llegar al descanso con sólo un tanto (11-10), gracias a la postrera doble intervención de Maciel, primero desde los siete metros y luego en la jugada posterior de ataque del Holstebro. Ni siquiera un tiempo muerto por parte de Lidio para dar un respiro a sus jugadores sirvió para mantener el amplio beneficio de la efectividad de los primeros minutos.
Al comienzo del segundo tiempo, y tras la exclusión de Lindblad, el Holstebro dio la vuelta al marcador, pero lejos de continuar su arrollador parcial, Cuenca supo resarcirse y nunca se fue del partido. Durante los siguientes minutos los de Lidio Jiménez se mantuvieron en el choque gracias a los goles de Eskericic, Natán, Doldán y Dutra. La locura volvió a instaurarse en el escenario a orillas del Júcar cuando el canterano Armando Arce transformó su segundo tanto desde la esquina para devolver de forma momentánea la iniciativa en el electrónico a su equipo (18-17).
Una rápida contestación de Braming y Balling cambió el tanteo de dinámica pero entonces, Lidio Jiménez apostó por dar un cambio en la portería con la entrada de Samu Ibáñez. El guardameta de Almassora fue clave en los últimos instantes del encuentro con paradas clave que fueron correspondidas por los continuos goles de Cuenca. Un doblete de Natan Suárez a puerta vacía, aprovechando la estrategia de portero jugador rival fue decisiva para tomar la ventaja local (22-21).
Los últimos minutos fueron a prueba de cardíacos con un Sargal rompiendo decibelios. Thiago apareció para dar los goles necesario que evitaran que los goles de Daamgard y Meklenborg no discutieran la ventaja conquense. Fue entonces cuando una nueva intervención salvadora de Samu, un tanto de Natan Suárez y la exclusión en el siguiente ataque de Lindholt lo que sembró el terreno para cosechar una nueva gesta del Cuenca.
Sergio López puso el más tres (26-23), pero la rápida contestación de los daneses con Daamgard y Balling con lanzamientos durísimos ajustaron el tanteo a sólo uno de diferencia. Llegó el último minuto y con él los nervios propios de lo que estaba en juego. Lidio Jiménez utilizó su tarjeta de tiempo muerto y marcó la estrategia a seguir. La pelota rodó hasta llegar a Natan Suárez que se internó entre la marabunta de gigantes del Hosltebro y batió a Frandsen para dictar la sentencia (28-26).
El Holstebro respondió de manera inmediata con un postrero gol, no obstante, hubo segundos aún en el cronómetro para que Sergio López marcar a placer en la última jugada del partido, dejando el marcador final con 29-27 un certificando un histórico triunfo ante todo un titán europeo como el Holstebro. La ‘cenicienta’ del grupo B mandó un claro aviso de que en casa, y pese al gran cúmulo de adversidades en forma de lesiones, Cuenca es mucha Cuenca.