El partido arrancó igualado sobre el tapiz del Palacio de los Deportes de Huesca. Mientras los locales aguantaron el empuje mediante ataques prolongados ante un sólido Maciel, los pupilos de Lidio Jiménez hacían del contraataque su principal arma, sometiendo al rival a base de golpes y marcando la distancia mínima desde el comienzo (Min 10, 3-5). Sergio López y Pablo Vainstein se erguian como los puntas de lanza en ataque, anotando los primeros tantos para los conquenses.
La defensa bien posicionada del Liberbank Cuenca sacó las intervenciones centrales de los oscenses, que se mantuvieron metidos en el partido gracias a acciones laterales. El partido se rompió enfilado los últimos diez minutos, tras la primera expulsión del choque en la figura del local Asier Nieto, momento aprovechado para aumentar la ventaja en el marcador (5-9) y dejar los mejores momentos en ataque de los visitantes.
Bada Huesca no se borró del partido y sumó tres goles consecutivos a porteria vacía en momentos de portero-jugador, lo que enloqueció a Lidio que veía como el marcador señalaba empate debido a las pérdidas de los suyos en ataque. Se producía el cambio de estrategia y llegaron los ataques largos del Cuenca que mejoraban las sensaciones y volvieron a poner 2 arriba a falta de cinco minutos para el descanso.
De nuevo los errores en ataque complicaron las cosas para los conquenses. El intercambio de goles en ambas porterías mantuvo el empate a 13 en el marcador hasta la conclusión de la primera mitad. Adriá Pérez y Marrochi se marchaban a vestuarios como máximos goleadores de ambos equipos con tres goles en su casillero.
Igualdad, polémica e intercambio de golpesLa segunda mitad comenzó con tanto para los conquenses que buscaban cerrar el choque lo antes posible, pero se encontraron de nuevo a un Huesca luchador que minimizaba los golpes con sufridos ataques en un parcial de 3-5. Con el paso de los minutos, el partido se tornó brusco y la polémica arbitral se convirtió en protagonista del partido.
Los minutos se hacían eternos y los ataques se veían frenados por las faltas que se sucedían en uno y otro campo, creando un ambiente de crispación en las gradas. Esta situación benefició a los de Lidio, que se mantuvieron por delante en el electrónico. Finalmente, el 'Colo' Vainstein forzó la expulsión de un jugador oscense y se puso fin a los encontronazos.
Pasado el ecuador de la segunda parte, la distancia disminuyó y el Liberbank Cuenca dominaba por tan solo un punto en el marcador, cuando un susto dejó a Marrochi en el suelo durante unos instantes, hasta que finalmente consiguió continuar en el partido. El empuje de los locales lograba premio merecido con el empate (21-21).
Ante esto los visitantes reaccionaron, pero el partido ya estaba roto, y con cabeza y sin ella, ambos equipos sudaron la camiseta para sumar puntos en el casillero y conseguir ventaja en el electrónico. La igualdad dominó hasta los últimos compases y con tres minutos por disputarse, ambos equipos fijaron 25 goles en una y otra portería. Vainstein falló desde los siete metros y los locales se crecieron, pero Maciel se hizo grande bajo palos para dejar las ilusiones en eso, ilusiones. En la siguiente jugada Vainstein enmendó su error, anotando el gol que ponía por delante a su equipo tras una asistencia que pasó por detrás de la espalda de Fekete.
Cuando restestaban 20 segundos y tan solo un gol distanciaba a ambos equipos, los nervios perjudicaron a los locales que perdieron un balón providencial en ataque, aprovechado por Sergio López para poner el 25-27 definitivo a puerta vacia y lograr así la séptima victoria liguera para el Liberbank Cuenca.