Luis Miguel García-Marquina, incombustible, está inmerso en una de las temporadas más prolíficas de su carrera. Con citas mundialistas ya conquistadas y otras a conquistar, el handbiker de Tarancón declara encontrarse en un gran estado de forma de cara a estos retos sobre los cuales planean unos ilusionantes Juegos Paralímpicos en París 2024.
El conquense se ha coronado ya campeón de España en MH3 tanto en las categorías de contrarreloj como en línea, aunque la joya llegaba en Huntsville -Alabama, EEUU- siendo doblemente laureado con dos medallas de oro. Lo hacía en primer lugar en la disciplina contra el crono y redondeaba con otro metal en el Team Relay junto a sus compañeros Sergio Garrote y Martín Berchesi. Marquina celebra estos buenos resultados conseguidos durante una parte “importante de la temporada”, confirmando sus buenas sensaciones tanto a nivel nacional como internacional.
CAMBIO EN SU RUTINA
Si bien era difícil superarse, el handbiker ha encontrado una nueva fórmula mágica para conseguirlo. Los ingredientes son los de siempre: perseverancia y trabajo duro, entre otros, pero explica el taranconero que ha cambiado su forma de entrenar para optimizar todavía más sus resultados y su entrenamiento. Se sentía “estancado” de cierta manera, ya que, a pesar de su palmarés, sentía que le faltaba un peldaño para dominar por completo. “Cuando estás en este nivel, los pequeños detalles marcan la diferencia entre quedar primero o decimoquinto”, advierte.
Así pues, y de la mano de su nuevo entrenador David Barranco, ha estado trabajando de un modo distinto al que lo hacía antes, haciendo más hincapié en la explosividad y la intensidad de los entrenamientos que requieren modalidades como la contrarreloj y en línea. “Lo cierto es que no ha podido salir mejor”, valora Marquina, que pone como ejemplo el análisis de datos -muy de moda últimamente en multitud de deportes-, algo que no había hecho hasta ahora. Ha identificado así que en una carrera se producen entre 200 y 250 cambios de ritmo, algo “absolutamente brutal” que le requiere entrenamientos más cortos pero más intensos, trabajos de sprint y fuerza máxima. Asimismo, detalla, se le monitoriza hasta el sueño para adaptar sus ejercicios.
AMBICIÓN COMO MOTOR
A sus 43 años, Marquina demuestra la misma competitividad y energía que el primer día. No ha bajado un ápice su motivación después de sobresalir en Copas de España, Europeos, Mundiales, Paralímpicos… todo lo contrario. “A mí me gusta ganar”, reconoce simple y llanamente, “me da igual que sea un campeonato de España, un regional o la prueba de mi pueblo”, bromea. Explica así que no solo se intenta demostrar que es mejor que sus rivales, ya que siempre hay alguien mejor, sino que apunta a la gran satisfacción que supone para él “el ser capaz de exprimir todo lo que puedes dar”.
Tanto se exige a sí mismo que desvela que su objetivo nunca ha sido concretamente ir a unos Juegos Olímpicos o estar en la selección, sino que él desea ganar y sentirse competitivo. Tanto es así que, asegura que si se viese incapaz de mejorar su bronce de Tokio, “me quedaría en casa”, ya que si no ambicionase mejorar su registro anterior, entendería que ha llegado a su límite.
Traslada esa energía a sus carreras, y está haciendo todo lo posible en las distintas Copas del Mundo -ya ha disputado las tres de este año en Italia, Bélgica y Estados Unidos- de cara a que la Selección Española gane puntos para llevar a sus corredores a los Juegos Paralímpicos. Su próximo gran objetivo internacional será el Campeonato del Mundo en Glasgow, cita que, reconoce, le hace especial ilusión: “Estoy absolutamente encantado porque esa semana se van a celebrar todas las pruebas del Campeonato del Mundo de Ciclismo. Profesionales, sub 23, trial… todas las modalidades. Estoy ansioso de que llegue esa fecha, mantengamos este nivel de forma y poder competir”, comenta Marquina, que estará en la ciudad escocesa del 5 al 13 de agosto para intentar ser campeón mundial.
“Ahora mismo estoy rozando mi mejor momento deportivo”Esta nueva rutina de entrenamiento puede hacer pensar que el handbiker está en uno de sus mejores momentos -sino el mejor- de su carrera deportiva, y así lo confirma él mismo al desvelar que lo está rozando. Deja abierta una ventana, por tanto, a que puede llegar a dar incluso un poquito más para conseguir más medallas mundiales. Desvela que los datos que maneja de potencia evidencian que ahora mismo está ofreciendo sus máximos históricos: “Por muy poquito, pero significativamente superiores a los que pude hacer en los Juegos de Tokio”, declara.
De hecho, en la recientemente conseguida medalla de oro en Huntsville, destaca que el nivel de participación y de exigencia fue muy destacado, lo que no le eximió de superar al segundo por más de 30 segundos, “algo que no había sucedido en los últimos tres años”.
Por delante tiene ahora un mes y medio de trabajo específico donde explica que tratará de limar algunos flecos, tales como ajustar su peso corporal, ganar un poco más de fuerza para ganar explosividad y otros pequeños detalles que marcan la diferencia. Y es que el taranconero sabe lo que está en juego: “Estoy rodeado de los mejores ciclistas del mundo de esta disciplina y me siento orgulloso de competir y, por supuesto, de ganarles”, concluye.