El delantero del Club Atlético Osasuna Kike García (Motilla del Palancar, Cuenca, 1989) es el pichichi de la Copa del Rey con cinco goles, uno más que Benzema y dos más que Vinicius, sus rivales este sábado, y tiene claro que el Real Madrid "es el rival más grande que te puede tocar en la final, pero no por eso vamos a dejar de creer y de intentarlo".
Kike García es el único jugador rojillo que ha sido capaz de marcarle un gol esta temporada al Real Madrid y sueña con repetirlo en la final del sábado y que le sirva al club navarro para lograr el primer título de su historia. Incluso bromea con raparse si Osasuna logra la Copa.
"Ojalá eso se tenga en cuenta y pueda jugar", comenta el delantero entre risas en una entrevista con EFE, pero reconoce que son estadísticas que no tenía en mente. "Estoy preparado para lo que me diga el míster, también todo el equipo", añade.
García asegura estar "tranquilo", a pesar de que en liga le esté "costando meter gol", pero los minutos con los que cuenta está "con confianza" y sabe que el gol "tarde o temprano llegará".
Ha pasado un mes desde que Osasuna se clasificó para la final de La Cartuja y la plantilla tiene ganas de que llegue el sábado: "Estamos con ganas de que llegue porque desde Bilbao ha pasado mucho tiempo. Queremos disfrutar y estar a la altura del partido. Vamos a ser los mismos que empezamos el 10 de julio la pretemporada, tenemos una identidad y sabemos que si hacemos las cosas como nosotros somos, siendo valientes y un equipo podemos competir el partido, es complicado pero tenemos esa ilusión".
No se atreve a hacer una predicción de lo que va a suceder, pero firma ganar de cualquier manera: "Me da igual ganar en el partido, en la prórroga o en los penaltis".
Para poder llevar la Copa a Pamplona, el ariete rojillo considera clave "aguantar, ser sólidos y que vayan pasando los minutos", ya que se enfrentan a "un equipo que tiene muchas armas en ataque". Además, será clave "aprovechar" las ocasiones que tenga Osasuna.
El club blanco disputa la próxima semana el partido de ida de las semifinales de la Champions, pero Kike García tiene claro que "el partido más importante para ellos es el del sábado porque logran un título y al Real Madrid se le piden títulos, luego el partido de Champions les queda lejos y además vienen de un partido malo en Donosti. Tenemos que pensar en nosotros, en hacer nuestro partido y en sacarlo adelante".
La plantilla es consciente de que la afición de Osasuna ha respondido desde el primer día y quieren devolverles el cariño con un título: "La afición desde que hemos empezado está con nosotros, e incluso alguna vez en casa nos ha pasado factura por darles esa alegría o tener esa sobreexcitación nos ha perjudicado, pero contra el Madrid se va a hacer largo y ojalá podamos darles esa alegría".
Pamplona lleva semanas vistiéndose de gala para la cita histórica de este sábado. Banderas, bufandas y camisetas rojillas decoran balcones, ventanas y escaparates de toda la ciudad: "Sabemos todo lo que se está haciendo, también lo vemos en los amigos del colegio de mis hijos... todo es muy bonito, no tiene precio, para Osasuna ese sentimiento que recogen las nuevas generaciones de sus padres y abuelos... es muy bonito para la gente de Pamplona y de Navarra".
Y para toda es gente, dos mensajes: "Lo primero es darles las gracias por estar siempre detrás empujándonos y decirles que lo vamos a intentar, aunque va a estar complicado, pero nosotros vamos a luchar para conseguirla porque sería muy bonito".
Si marca, no tiene una celebración pensada, porque cuando marca gol "pasan diez segundos y no sé qué he hecho", no sabe si será titular en la final, pero tiene claro que "es el míster el que decide y todos tenemos claro que Osasuna es una familia". Una familia que viajará este viernes a Sevilla con la intención de volver el domingo con la Copa bajo el brazo.