Esteban Mena ha marcado un hito en la historia del atletismo de Cuenca al convertirse en la primera persona de la ciudad en alcanzar la categoría internacional como juez de atletismo. Este prestigioso logro refleja años de dedicación y pasión por el deporte, y por el camino quedan grandes experiencias que ponen de manifiesto la calidad del atletismo conquense.
18 años lleva Mena ligado al juzgamiento de atletismo. Todo empezó como un pequeño hobby para sacar un dinero a sus 16 años durante una época en la que Cuenca necesitaba jueces, ya que tenían que venir de otras partes de la región cuando había competiciones. Lejos estaba entonces de sospechar que se acabaría convirtiendo en mucho más, y poco a poco fue superando los distintos niveles nacionales de juez animado por su entorno. Ha conseguido aprobar a la primera todos los exámenes necesarios, y en su última prueba conseguía el soñado logro de alcanzar el título internacional. Más concretamente, el conquense ha obtenido el nivel bronce implementado por World Athletics.
“Me hace mucha ilusión tener este título, pero quiero intentar subir algún nivel más, ¿por qué no? Tengo que seguir mejorando y ganando experiencia”, cuenta el juez, que ya piensa en la categoría de plata y, finalmente, la de oro, aunque todavía necesita años de experiencia. “No pensaba en ser juez internacional, veía referentes que venían de fuera y admiraba cómo lo hacían, pero en ningún momento me intenté equiparar a ellos”, se sincera.
“Me hace mucha ilusión tener este título, aunque quiero intentar subir algún nivel más y ganar experiencia”
Impartir justicia en cualquier deporte siempre es una tarea complicada. Son muchos los elementos a juzgar, las interpretaciones posibles, la presión… y muy escaso el tiempo para decidir. Mena da por bueno el dicho de que “la experiencia es un grado” y el paso de los años y las competiciones le ha hecho ir adquiriendo ese punto de vista necesario. “Tienes que ser consciente de que vas a tomar decisiones con las que no todo el mundo va a estar contento, pero hay que hacer lo que crees que es justo e irte con la conciencia tranquila”, aconseja Mena.
Entre las pruebas más duras para juzgar se encuentra la marcha –muy debida en ocasiones a la subjetividad–, así como las salidas falsas en una prueba de velocidad y el hecho de pisar por dentro de la curva.
Con especial cariño y como un punto de inflexión recuerda la primera competición tras la pandemia: la Copa de España de clubes, celebrada en septiembre de 2020, donde recuerda que asumió grandes responsabilidades debido al riguroso protocolo que la regía. Otro de sus grandes momentos fue, tal y como remarca, la dirección técnica que hizo en el Campeonato de España absoluto 2022 en Nerja, lo que “marcó un antes y un después”.
Por delante le quedan seguramente otros grandes momentos que recordar, y es que ahora puede ser seleccionado para cualquier prueba continental cuando la Federación le requiera para ello. Soñando con estar pronto con estar en esas grandes citas del atletismo a nivel internacional, Esteban Mena sigue siendo uno de los baluartes que coloca al atletismo conquense en el mapa.
Atletismo marca CuencaA pesar de ser una ciudad de población humilde de algo más de 50.000 habitantes, Cuenca ha conseguido pulir auténticos diamantes del atletismo tanto en corredores como técnicos, los cuales han escrito páginas doradas en la historia local y provincial de este deporte.
Así pues, el hecho de que se sumen logros como el de Esteban Mena –en la parcela de juez– consiguen amplificar las hazañas del atletismo conquense y espera que suponga también un aliciente para más personas. “Me gustaría que se tome como referencia de que, si siguen haciendo bien las cosas, te gusta y pones dedicación, puedes llegar a tus objetivos”, traslada Mena, enfocándose especialmente en los jóvenes jueces de atletismo que están empezando ahora en la delegación.
Mena destaca que el trabajo que se hace con el atletismo en Cuenca es excelente, si bien lamenta que hace falta “base como ciudad”, apuntando así al difícilmente remediable hecho de que muchos jóvenes se marchan a estudiar o trabajar fuera. Por otra parte, señala también que las instalaciones, puestas a punto en su día para los Campeonatos de España demandan algo más de cuidado continuado. “Coger otra generación como la que hemos tenido es complicado, pero ojalá siga esa base, aunque necesitamos que haya más pruebas”, concluye.