El deporte inclusivo está lleno de historias de superación que animan cada día a más personas a superarse a sí mismas. Es el caso de José Luis Martín, integrante del Club Deportivo Bádminton Albatros. Originario de Toledo, su larga estancia de 16 años en Cuenca sobradamente le hace sentirse uno más: “Soy medio conquense ya”, bromea.
La aventura de José Luis dio comienzo, como él mismo señala, “de casualidad”. Decidió apuntarse a las escuelas municipales para hacer algún deporte diferente y, muy pronto, quedó atrapado por el buen ambiente y lo ameno del bádminton, lo que le ha hecho seguir hasta el día de hoy. Desde hace cuatro años forma parte del Albatros, que acude al Pabellón Samuel Ferrer para practicar con Javier Soria, su entrenador. No dudó en empezar a competir desde el primer momento en todo tipo de competiciones de bádminton y parabádminton. Actualmente lo hace en la categoría SU5, reservada a las personas con limitaciones en el brazo. Esto les añade el reto de tener que adaptarse al equilibrio que requiere el bádminton, explica José Luis, ya que cada golpe y el posicionamiento posterior es complicado de gestionar.
En su paso por el parabádminton ha cosechado multitud de logros tanto a nivel regional como nacional. El más reciente de ellos data del pasado 6 de febrero, cuando los más de 1000 kilómetros de viaje entre ida y vuelta que hizo José bien le sabrían a posteriori tras su extraordinaria participación en la primera prueba del Circuito Nacional de Parabádminton e Inclusivo del 2022, conquistando la segunda posición en la categoría individual SU5-SH6, una plata más en Dobles SU5-SH6 y, finalmente, el oro en Dobles Inclusivo junto a su compañero José Vergara, del Club Bádminton Gurea.
El toledano -y medio conquense- José Luis declara sentirse muy contento con estos resultados, destacando de este torneo el buen ambiente que hay y lo bien que lo pasa todo el mundo. “La clave está en hacer lo que te gusta y disfrutar”, comenta.
Y vaya si lo disfruta. En pocas palabras, se reconoce a sí mismo como una persona que “no sabe estarse quieta”. El miembro del Albatros señala que siempre ha jugado competiciones sin adaptación, y que fue a través del bádminton cuando se inicia en el deporte paralímpico e inclusivo, lo que para él ha sido “todo un descubrimiento”. Destaca que es un mundo donde no para de conocer historias de motivación y a gente espectacular que lucha día a día por superarse a sí misma, algo que le empuja a seguir trabajando y que supone una lección. Hoy día, cuando no está raqueta en mano, no puede estar sin hacer ejercicio, más deporte o rutas por el monte.