Tras una etapa la vivida ayer en la que ya se vieron las primeras pinceladas de lo que puede ser la lucha por la clasificación general, el día de hoy se presentaba como una etapa tranquila para los hombres de la general y que podía ser aprovechado por los hombres de la fuga. Y así ha sido. Desde el momento que se ha dado salida desde Granada, en torno a las 12 de la mañana, la batalla por formarse la fuga ha sido muy dura, con ataques constantes de distintos corredores, y el equipo del líder, el Team Sky, neutralizando cada uno de ellos.
No ha sido hasta casi llegada la primera hora de carrera, y aprovechando el Alto de Orgiva, cuando se ha formado una fuga muy numerosa, la más alta en lo que llevamos de Vuelta. Hasta 25 corredores formaban el grupo cabecero que hacía tambalear al Team Sky en la cabeza de pelotón. Precisamente, el equipo británico, junto con el conjunto Quick-Step Floors, eran los dos únicos equipos que no tenían representantes en la fuga. El Cofidis, equipo de los hermanos Herrada, metía dentro de los 25 elegidos al francés Stéphane Rossetto. Precisamente Rossetto, junto al italiano Alessandro De Marchi, ciclista del conjunto BMC, eran los dos corredores que saltaban del grupo delantero y serían la nueva cabeza de carrera. Por detrás, otros 19 corredores perseguían a dicho dúo y la diferencia con el pelotón aumentaba hasta los cinco minutos, haciendo que el equipo del líder tirase la toalla y bajase el ritmo meteórico que estaba llevando la etapa.
Una vez pasado el sprint intermedio de Laujar de Andarax, la fuga ya iba cogiendo forma y De Marchi soltaba a Rossetto, quedándose el italiano en solitario. Por detrás, dos corredores, el australiano Simon Clarke, del equipo EF Education First-Drapac, y el holandés Bauke Mollema, del conjunto Trek Segafredo, saltaban del grupo antes de llegar al Alto de El Marchal y conectar a pie de puerto con De Marchi, formando un nuevo trío cabecero. Ya en el puerto, los tres corredores fueron aumentando la diferencia con el resto de escapados y, a pesar de un pinchazo de Mollema a mitad de puerto, coronaron los tres en cabeza. Por detrás, se formaba otro trío perseguidor donde se situaban el italiano Davide Villela, del equipo Astana, el francés Rudy Molard, del conjunto Groupama-FDJ, y el holandés Floris de Tier, integrante del Team Lotto NL-Jumbo.
DOBLE RECOMPENSA
Los 27 kilómetros restantes fueron un intento de los tres rezagados por enganchar con la cabeza de carrera, pero no fue posible ni en el descenso ni en el llano hasta llegar a Roquetas de Mar. A pesar de ello, hubo doble recompensa: la etapa se iba decidir en el municipio almeriense al sprint, donde el australiano Simon Clarke fue el más rápido y se llevaba su segunda victoria en la ronda española, después de ganar hace 6 años en la Estación de Valdezcaray. Ocho segundos después, llegaba el segundo trío, donde la recompensa grande se la lleva Rudy Molard, que se iba a convertir en el nuevo líder de la Vuelta a España, tras llegar el pelotón a 4 minutos y 55 segundos sobre el ganador de etapa. El ciclista francés del Groupama-FDJ aventaja en un minuto y un segundo al anterior líder, el polaco Michal Kwiatkowski.
Una de las consecuencias de la llegada de una fuga tan numerosa ha sido que los hermanos Herrada han perdido puestos en la clasificación general. Jesús ha cedido dos puestos, situándose ahora 22º clasificado, a 3:01 del líder, mientras que José retrocede tres plazas, colocándose en la 48ª posición, a 9:19 de Molard. Para mañana, el recorrido de la etapa estará formado por 155 kilómetros, saliendo del municipio almeriense de Huércal-Overa y teniendo la meta en la localidad murciana de San Javier, pegada al Mar Menor. Todo apunta a que decidirá la etapa con un sprint masivo del pelotón.
