Cuarto día de competición en el Tour de Francia de 2019 y primera salida ya en terreno galo, concretamente en la ciudad de Reims, situada en la región de Gran Este y con la meta colocada en la localidad de Nancy, de la misma región, donde los 176 corredores que forman parte de la carrera les tocaba recorrer 213,5 kilómetros de distancia. En torno a las doce y veinticinco de la mañana se daba el pistoletazo de salida y pocos minutos después ya se formaba la escapada del día, con únicamente tres integrantes. Por un lado iba a estar el suizo Michael Schär, perteneciente al conjunto polaco del CCC, mientras que los otros dos miembros de la fuga iban a ser del mismo equipo, del Wanty-Gobert. Por un lado, iba a estar el francés Yoann Offredo, al cual vimos en el día de ayer escapado, mientras el componente restante de la fuga iba a ser su homónimo de equipo, el belga Frederik Backaert.
En cuestión de poco más de 6 kilómetros, la diferencia entre el trío de cabeza con el pelotón ya era la suficiente como para considerar que iba a ser la fuga del día y así se iba a desarrollar el resto de la etapa. El grupo de fugados iba a obtener una ventaja máxima de 3:30 al paso por el kilómetro 60 y, a partir de aquí, la diferencia se iba a ir manteniendo hasta pasado el ecuador de la jornada, donde en el pelotón iban controlando miembros de los equipos Deceuninck Quick-Step, Lotto-Soudal y Jumbo Visma.
A partir de aquí, la diferencia se iba a ir reduciendo progresivamente hasta que en el grupo cabecero iba a dar un ataque Schär a falta de 30 kilómetros, llevándose con él a Backaert y eliminando a Offredo. Finalmente, el grupo iba a dar caza, primero al ciclista y, poco después, a Schär, a falta de 18 kilómetros para la meta. A partir de aquí, los equipos de los sprinters iban a ir cogiendo posiciones cabeceras en el pelotón para posicionar a sus jefes de filas.
Tras varios cambios en la cabeza de distintos equipos, el Deceuninck Quick-Step iba a dar una gran lección de como lanzar un sprint para ser rematado finalmente por su gran sprinter, el italiano Elia Viviani, el cual se impondría en la meta de Nancy, por delante del noruego Alexander Kristoff y el australiano Caleb Ewan, de los equipos UAE Emirates y Lotto-Soudal, respectivamente.
Con esta victoria, Viviani entra en el selecto club de ciclistas que han ganado en las tres grandes, después de ganar en años anteriores tanto en el Giro de Italia como en la Vuelta a España. Por su parte, Jesús Herrada iba a terminar la etapa sin mayores complicaciones y finalizaba en la posición 101, con el mismo tiempo que el ganador. En la clasificación general no ha habido apenas variaciones, manteniendo el liderato el francés Julian Alaphilippe y con Jesús Herrada escalando dos posiciones, situándose 32º, a 1:18 del líder.
Para la jornada de mañana, toca una etapa más corta de distancia, con 175,5 kilómetros de recorrido, con salida en la localidad de Saint-Dié-des-Vosges y con final en la ciudad de Colmar. Un día en el cual habrá hasta cuatro cotas puntuables para la clasificación de la montaña y que puede ser propicia tanto para la llegada de una fuga, en caso de que los equipos que piensan en la clasificación general busquen reservas fuerzas para el jueves, así como corredores conocidos como “cazaetapas”, donde la cota de Cinq Chateaux, situada a 15 kilómetros de meta, haga que sea muy difícil ver un sprint masivo.