El Tarancón selló un importante triunfo en su último partido ante el C.D. Torrijos en el que el club taranconero se impuso por 2-0, con goles de Cheki y Juan Mazzochi, a un serio aspirante que llegó invicto además al Municipal.
El técnico del conjunto conquense, Jorge Cañete, resaltó el partido de los suyos como "un partido sólido de verdad, en el que el aspecto clave fue que no concedimos nada y nuestro portero apenas tuvo que intervenir. Todo eso ante un equipo que había sido capaz de remontar hasta en tres partidos anteriores de la liga". No es de extrañar la alegría del técnico al cumplir las premisas del triunfo y dejar su portería a cero, a lo que se sumó "el comportamiento del equipo, que si bien nos costó cerrar de nuevo el partido, finalmente logramos hacerlo para amarrar los tres puntos".
Fue precisamente este aspecto lo que más había castigado con anterioridad al Tarancón, el no sentenciar sus encuentros pese a la multitud de oportunidades que era capaz de generar. "Nunca estás tranquilo en esos momentos", señalaba Cañete, "y más teniendo el episodio del Conquense en la retina. Pero controlamos muy buen el partido, supimos manejar y pese a hacer el segundo en los últimos minutos, sí es cierto que estrellamos un balón en el poste, Iván disfrutó de un mano a mano, etc. Tuvimos un amplio repertorio de ocasiones y eso fue reflejo de que se hicieron muchas cosas bien".
Así, lo más destacable para el entrenador de los blanquiazules fue "la regularidad durante los 90 minutos que, en otras ocasiones, como en el día de Madridejos o del Conquense, pecó de 10-15 minutos en los que el equipo se desconectó". Una regularidad que para él se trabaja " a base de competir y sumar minutos", es por eso que, tras el episodio de Azuqueca, este fin de semana el equipo quiere recuperar de la mejor manera posible su ritmo ante el conjunto azudense, que salía a inicios de esta semana de su confinamiento de 10 días decretado por Sanidad.
"Es un rival que ya hemos estudiado, que se ha tenido que confinar y que no llega en su mejor momento, pero también sabemos de la dificultad de un campo como es el San Miguel, con reducidas dimensiones, césped artificial y además conocemos a su entrenador y a las armas que utiliza, tenemos que concentrarnos en preparar lo mejor posible el partido y disfrutarlo al cien por cien", añadía el técnico que trabajará esta semana en el campo de San Isidro para así dar un respiro al césped natural del Municipal, que se mostró resbaladizo y encharcado en algunas zonas por las lluvias caídas la pasada semana.