El entrenador de la U.B. Conquense, Jordi Fabregat, analizó de forma muy clara la actuación de su equipo en la derrota ante el Almansa: "Es una valoración negativa, es una derrota que nos tiene que servir para aprender y reaccionar en positivo".
El técnico advirtió que su equipo tuvo un "exceso de confianza" y que no entró bien al encuentro, con una falta de intensidad que se complicó cuando encajó el primer gol: "Me han disgustado muchas cosas pero no quiero culpar a los jugadores, hay que revertirlo corrigiendo, no culpando", añadía el técnico.
Fabregat admite que esperaba un partido muy distinto, en el que el primero gol llegara para una Balompédica que hizo méritos por encontrarlo. "En la igualdad del partido han dado ellos primero y entonces ha habido una desazón, el equipo está débil mentalmente". No obstante, considera que no es un hándicap jugar en La Fuensanta, "pero hay que saber jugar mejor. Tengo mucho que ver en el hecho de que el equipo estaba desdibujado, el planteamiento no era el correcto".
En las explicaciones sobre por qué el Conquense no vio cara a puerta, Fabregat señaló que el equipo escogía mal las ocasiones de disparo, "en los pases tardábamos mucho en dar amplitud es cierto que no atacamos el balón desde banda hacia adentro. Para todas las veces que llegamos a línea de fono, hemos rematado una sola vez. En ataque, con un equipo encerrado, creamos pocos problemas, no ganamos la posición, y cuando lo hacemos no atinamos con la portería".
Además, llamó la atención al gasto físico del equipo, a día de hoy sin la figura de preparador físico específico tras la marcha de Javier González con la destitución del anterior técnico, Fran García. "Hay jugadores que les cuesta. En la velocidad gestual y en la intensidad y en la zona de ataque aceleramos y no se nota tanto, pero a la hora de volver a coger la posición por delante a la presión vamos un poco lento, jugamos con menos intensidad que el contrario. Físicamente no es que esté el equipo mal, pero hay motivos para preocuparse cuando el equipo se parte y se divide cuando el equipo no llega a las segundas jugadas"
Pese a todo, Fabregat confía en dar solución a esta irregularidad del equipo, sobre todo en casa. "Hay que seguir trabajando y tomarnos cada partido como una final.Estábamos tan confiados en que íbamos a solventar el partido que en cualquier adversidad el equpo se ha venido abajo".
