El Rebi BM Cuenca ha cerrado la primera vuelta de la temporada tras muchos altibajos en unos primeros meses en los que han influido varias circunstancias para que los conquenses no hayan firmado el arranque que desearían. Queda todo abierto para una segunda mitad en la que remarán con todo para auparse en la clasificación.
El año se antojaba ilusionante en vista del histórico subcampeonato de ASOBAL conseguido en la 22/23 y la consiguiente clasificación directa a la fase de grupos de la Copa EHF. En la undécima plaza se encuentran los conquenses con seis victorias, un empate y ocho derrotas.
Empezarían con victoria ante Anaitasuna, aunque el calendario les deparó un tramo duro contra Barça y Granollers.Tras el choque ante los catalanes, Sergi Mach –desviación del septum nasal– y Juanjo Fernández –rotura fibrilar de grado II– quedaron fuera de pista unas semanas. Se abre aquí la veda del que ha sido el talón de Aquiles del Rebi Cuenca esta temporada: las lesiones.
El Rebi ha hecho encaje de bolillos para reestructurar una primera línea muy dañada por las lesiones
ENFERMERÍA LLENA
Arnau Fernández, Rubén Río, Henrique Teixeira, Tavares, Dani Neves… son otros de los nombres que se sumaban a la enfermería del combinado conquense, siendo todas excepto la de Arnau de larga duración. Para colmo, llegaba el Panamericano, lo que para el míster ha sido un punto de inflexión en la temporada.
El gran esfuerzo que hicieron Simonet y los hermanos Pizarro –Nacho y Fede–, que volvieron con el oro y la clasificación a los Juegos Olímpicos, pasó factura en el estado físico de los argentinos, que llegaron muy tocados tras el compromiso internacional.
Esto ha impedido no solamente que el equipo se quede muy cojo –sobre todo en la primera línea– de cara a los partidos, que ya de por sí es un gran problema de cara a mantener el estado físico, sino que Jiménez también ha señalado que es un gran impedimento no poder trabajar con todos en los propios entrenamientos.
“Son tantas que a mí ya ni me afecta”, afirmaba Lidio Jiménez, entrenador del Rebi Cuenca, tras el último choque disputado en casa que acababa con la lesión del capitán Pablo Simonet. Jugar Europa, lo que siempre es una experiencia positiva, comentaba Jiménez, también ha supuesto una carga extra de partidos –y largos viajes de por medio– que no han hecho mucho favor en el plano físico.
ERRORES PROPIOS
No se quiere quedar Jiménez con las bajas solamente, y es que siempre ha afirmado que tiene equipo suficiente como para competir a pesar de no contar con todos. Lo que no se puede permitir, eso sí, son los errores en sus filas que les han hecho tirar muchos partidos.
“Las pérdidas de balón nos están matando”, aclara el técnico, que junto a los fallos en 6 metros de “goles fáciles” las califica como los grandes problemas. “No podemos fallar 14 lanzamientos de 6 metros fuera de casa y hacer que su portero sea el mejor del partido”, comentaba Jiménez tras la derrota en Benidorm, mientras que en referencia a otros choques contabiliza repetidas pérdidas precipitadas en ataque –pases sin mirar, errores al moverla a los extremos– que les han costado goles al contraataque.
Lidio Jiménez: “Si estamos todos en la segunda vuelta, creo que podemos luchar por cosas bonitas”La prioridad del entrenador conquense en este parón invernal es recuperar a sus lesionados –Teixeira y Neves–, ya que se ha visto que el equipo es capaz de competir cuando ha ido recuperando a gente. “Tanta lesión y tanta baja nos condiciona mucho. Hay jugadores que hemos estado forzando muchos minutos y están fastidiados, se nota en la segunda parte”, comenta en relación al choque ante Bidasoa Irún que cerraba la primera mitad. Aunque no ha dejado nada claro, el míster deja caer que podrían llegar a buscar algo en el mercado invernal viendo que las lesiones se están cebando con el equipo.
La buena noticia es que el entrenador abre una puerta de esperanza para la segunda mitad, ya que asegura que si las lesiones respetan durante esta segunda vuelta –que comenzará el primer fin de semana de febrero–, el equipo podrá optar “a luchar por cosas bonitas”.De momento, los aficionados del Ciudad Encantada ya cuentan los días para volver a dejarse la voz en El Sargal.
