El Liberbank Cuenca mira de reojo lo que ocurrirá este fin de semana en la asamblea de la Real Federación Española de Balonmano. Y es que, al mar de dudas que aborda a la entidad deportiva conquense tras finalizar la competición de manera prematura en 5º puesto (dejándolo sin opciones de competición europea para la campaña 2021/22), se le une el rifirrafe que hay entre la RFEBM y la ASOBAL. En mitad de todo se encuentra el formato de la próxima campaña que tendrá 18 equipos, al ascender los dos mejores clasificados de División de Honor Plata y no producirse descenso alguno de la Liga Sacyr Asobal.
“Esperamos que de esta asamblea salga algo definitivo para saber a qué acogernos. Personalmente prefiero el formato que sea lo más económico posible para el club, pero de lo que no hay duda es de que los clubes tenemos ganas de que se marque un punto de partida para empezar a planificar”, declara Ramón Fernández, vicepresidente del Cuenca. “No me gusta que se haya llegado a esta situación. Por mi parte me gustaría que hubiese más sintonía entre Federación y ASOBAL y se mirase por el beneficio de los clubes y cómo ayudarlos”.
A día de hoy, Fernández explica que está pendiente el comunicar la situación a los socios “cuando se despejen algunas incógnitas, pero sí se ha ido hablando con jugadores, los cuales han entendido perfectamente, todos y cada uno de ellos, la situación que atraviesa el club. Está claro que el presupuesto bajará, no sabemos cuánto con exactitud, pero se les ha planteado varios escenarios y su voluntad ha sido buena, han sido comprensivos.
En este sentido la sintonía entre el club y ellos es muy buena, se trata cualquier asunto y, lo dijo Isidoro hace unos días, nuestra máxima es la transparencia. Si llegan ofertas, Cuenca tendrá que mirar su interés y los jugadores el suyo, pero se hará desde el diálogo y la buena sintonía.
A partir de ahí, intentaremos conseguir el mejor equipo que podamos”, declara el directivo que no oculta que se hayan recibido ofertas, pero que “dada la situación de que Cuenca es un equipo pagador, que además tiene una progresión deportiva en los últimos años y tiene garantías, que es algo que ha demostrado con los años, el cumplir con las garantías, los jugadores están aquí bien”.
Así, a las incorporaciones de Pablo Simonet, Fede Pizarro y Nacho Moya se le uniría, aunque aún no es oficial, la adelantada por Las Noticias de Cuenca del lateral italiano Davide Bulzamini. Sin embargo, desde el club señalan que “es difícil hablar del tema de las incorporaciones, dada la incertidumbre que hay en estos momentos, a día de hoy los jugadores son los que son”, señala Fernández.
En esta línea, y tras la última renovación de Samu Ibáñez, le preguntamos si Pablo ‘Colo’ Vainstein seguirá este mismo camino. “Con ‘Colo’ estamos igual, queremos que siga aquí, está todo muy avanzado tal y como declaró él mismo públicamente. Es cierto que ha habido un parón, pero no sólo con este asunto, sino con todo. El tema del coronavirus ha provocado un frenazo en la actividad. La renovación estaba casi hecha y sigue en ese punto y, si no cambia nada, nos gustaría que siguiera con nosotros”.
¿UN SARGAL SIN FURIA?
Otro de los aspectos no menos importante recae en lo que le espera al papel de socio en este incierto futuro. Cuenca destaca por tener una afición única en el balonmano, reconocida a muchos niveles por instituciones y rivales y, a día de hoy, no está claro qué oportunidad tendrían los aficionados en la futura competición, y así lo refleja Ramón: “Estamos preocupados, es lógico, porque Cuenca salía a competir siempre con +6 puntos cada año, porque la afición era un factor que te hacía salir de inicio con esa ventaja. El Sargal se caracteriza por ser un pabellón en el que cuesta siempre ganar, pero si se juega a puerta vacía es como si se nos arrebatara gran parte de lo que somos. Me es imposible imaginar el pabellón vacío, sin la Furia Conquense animando o sin las olas de punta a punta de las gradas en los partidos, los cuales nos costaría el triple ganar. A todo eso se sumaría el negativo impacto que tendría para el club el no poder contar con el público o sólo con un porcentaje reducido de espectadores”.
Por otro lado, Fernández señala que la idea de la Junta Directiva es continuar haciendo del club un proyecto “competitivo” y continuar con la cantera y el equipo femenino, “es algo que tiene que seguir porque las chicas han generado una respuesta fabulosa y se ha puesto mucho esfuerzo. En el resto de ámbitos, pues hay que valorar el que haya más balonmano tanto en categorías inferiores como en iniciativas como la del torneo de Navidad, pero hay cosas que mejorar”.
En cuanto a la valoración de la Junta Directiva que entró hace casi un año con la continuación de Isidoro Gómez Cavero en la presidencia, Fernández pone “matrícula” al trabajo de sus compañeros: “Entre todos hemos conseguidos cosas interesantes para el Liberbank Cuenca, aunque reconozco que es mucho más duro y menos agradecido de lo esperado. Aun así, celebramos que Isidoro siga porque es difícil plantearse el balonmano en Cuenca sin su figura. Tenemos claro que la línea de trabajo será la misma, sabemos que la situación es muy dura, pero es ahora cuando se ve lo mejor de cada persona”.