El Trofeo de San Julián servía para que el Incarlopsa Cuenca pusiera punto y final a su fase de preparación competitiva con un amistoso ante el Balonmano Nava en el que las ausencias por lesión, hasta cinco, eran lo más reseñable en el conjunto local. Joaquim Nazaré, Hugo López, Pablo Simonet y los dos pivotes, Pozzer y Doldán, vieron el partido desde la grada. Si bien, el choque presentó la oportunidad de ver por primera vez en juego a dos de los fichajes de esta campaña: Leo Prantner y Arnau Fernández.
Ante esta situación, Lidio tiró de alternativas que pasaron por introducir primeramente a Carlos Fernández en el pivote, dada su envergadura, y alternarlo con la figura de un descarado Álvaro Martín, que no se amilanó pese al reto de tener que darse de lo lindo ante la pareja de centrales del equipo de Zupo Equisoain.
Pero más allá del intercambio de figuras y posición, Cuenca dejó desde el inicio la impronta de su sello defensivo a base de garra y coraje. Bulzamini y Thiago ejercieron de torres vigías para el resto de sus compañeros que también tuvieron que doblar puestos en defensa, como el caso de Fede Pizarro. La intensidad estuvo presente y se dejó notar en varios robos y contraataques, incluido en el que Arnau Fernández se cruzó medio campo y lanzó a gol pese a recibir el agarrón de un rival en el intento de parar su escapada.
Con estos mimbres y el reconocimiento de los espectadores, Cuenca obligó a Zupo a pedir un tiempo muerto cuando la diferencia entre ambos llegó a los cinco goles (9-4). Una renta que se mantuvo en fases siguientes, en las que Sergi Mach ejercía de director de orquesta en el ataque en estático y Lidio mantenía rotaciones para no agotar de cansancio a los pocos jugadores con los que contaba.
Cuando el ex de Alarcos necesitó respiro en el eje central, Thiago lo sustituyó flanqueado por Bulza y Fede. Cuenca se mantenía pese a que las dificultades y la inferioridad numérica en los últimos minutos hizo que Rodrigo Pérez Arce se luciera con una vaselina ante Ante Grbavac, que intervino con éxito en varias ocasiones durante el resto del primer tiempo. Pizarro forzó una exclusión para desequilibrar la balanza numérica a favor de su equipo, pero en su internada en la primera jugada con superioridad, el gladiador se encontró con Patotski.
La vuelta de Mach al terreno siguió siendo suficiente, pero pese a que Nacho Moya tuvo en sus manos anotar el último gol del primer acto, Patotski y el poste evitaron una mayor ventaja al intermedio. Pese a ello, Cuenca ganaba por 15-12.
Pese a que el cansancio parecía pasara factura en los últimos instantes del primer tiempo al equipo de Lidio, el descanso recargó las baterías de los locales ante la eficacia que mostraron nada más volver de vestuarios. Con Samu Ibáñez bajo palos y manteniendo la intensidad defensiva, Cuenca formó un fortín en su área que propició varias fases de juego sin anotar para el Balonmano Nava.
En la otra parte del campo, Pizarro se echó el equipo al hombro al tiempo que Álvaro Martín se gustó desde el pivote. A esto se unió el siempre resolutivo brazo de Thiago, imparable cuando el brasileño tomaba dos pasos de carrera antes de lanzar en suspensión. La suma de los factores propició que la ventaja pasara de los cinco a los diez goles y que se mantuviera pese a las rotaciones.
Jaime Colmena tomó el relevo a Mach en el central y Arnau y Prantner comenzaron a maravillar desde la esquina, al tiempo que Nava comenzó a ver huecos en la recta final del choque, cuando la diferencia era demasiado para una posible remontada, pues entrados en la recta final, cuando El Sargal ovacionó la entrada bajo palos de Marcos Herraiz por Ibáñez, Cuenca reinaba en el electrónico con ventaja máxima de once goles (32-21).
Aún tuvo Herraiz de desbaratar lanzamientos desde seis metros en un partido donde ambos equipos se dejaron ir en la recta final para concluir con un triunfo por 33-24, resultado que dejaba en casa el Trofeo San Julián.
De esta forma, el conjunto de Lidio Jiménez concluyó su pretemporada con la vista puesta en el estreno liguero el próximo sábado. Habrá que esperar para que los lesionados se recuperen al completo para que el técnico pueda disponer de su plantilla al completo.