El Incarlopsa Cuenca volvió a la senda de la victoria en el derbi castellano-manchego de Liga Sacyr Asobal. Los de Lidio Jiménez se impusieron con autoridad al Quabit Guadalajara por 27-31 en un partido en el que fueron de menos a más.
La presión por un triunfo que dejara encarrilada su permanencia empujó a los alcarreños a llevar el timón del encuentro al inicio del mismo. Sobrepasados los primeros cinco minutos con una igualdad en el tanteo, el Guadalajara endosó un parcial de 4-0 con el que mantuvo a raya al Incarlopsa que se encontró con el muro alcarreño y a Hombrados en varias ocasiones.
Una vez se pasó el ecuador del primer tiempo, la mejora defensiva de los conquenses fue notable, ya que consiguieron dejar sin anotar al Guadalajara hasta siete minutos. Una renta en la que los de Lidio fueron capaces de darle la vuelta al marcador con los goles de Pizarro, Doldán, Moscariello y Simonet, además un Samu Ibáñez que comenzaba a entrar en escena con varias intervenciones.
El tramo final de la primera parte fue para los visitantes que no sólo volvieron a voltear el tanteo a su favor, sino que llegaron al descanso con una renta de sólo dos goles gracias al postrero tanto de Gastón Mouriño sobre la bocina.
En la reanudación, Cuenca supo mantener a raya a su rival con un margen siempre de dos o tres goles (pese a que llegó a encadenar hasta tres exclusiones seguidas de Moscariello, Simonet y Pizarro) hasta que, tras una nueva parada de Ibáñez, Doldán lograba el 21-25 y ponía renta máxima para su equipo. Situación que obligó a Reñones a pedir tiempo muerto.
El inciso sirvió de poco, pues el marcador apenas sufrió cambio hasta la recta final, cuando Gallardo amenazó la ventaja conquense acercándose a sólo dos goles de desventaja alcarreña (24-26).
El tiempo muerto de Lidio Jiménez fue crucial, ya que nada más volver del parón, Thiago Alves y Samu Ibáñez, con dos goles y dos paradas consecutivas respectivamente, daban el "más cuatro" a Cuenca entrados en últimos minutos de partido (24-28).
No obstante, aún hubo tiempo para el susto. Romanillos recortó distancias tras la expulsión por roja de Moscariello, Pizarro no estuvo fino en las dos acciones siguientes y Valdés acercó a dos goles al Guadalajara a sólo dos minutos del final.
No obstante, un siete metros cometido sobre Sergio López lo transformaría el argentino Pizarro para enmendar los fallos anteriores y sentenciar el choque, que aún dejaría tiempo para el postrero gol de Sergio López y una parada más, la decimocuarta, de Samu Ibáñez.
El triunfo devuelve a la senda de la victoria al Incarlopsa Cuenca que seguirá luchando por terminar lo más alto posible en la tabla, mientras que mete de lleno en problemas al Guadalajara que deberá continuar su pugna por la salvación.