El tenis de mesa local ha dado un salto de calidad gracias al reciente ascenso de su club representativo en la capital: el Club Tenis de Mesa Cuenca. Su primer plantel peloteará la próxima temporada en la Segunda División Nacional, algo que se ha celebrado en el club no solo por el éxito en sí, sino también por todo lo que se ha crecido en los últimos años en cuanto a socios y federados.
Sergio Cardo, presidente del club y uno de los fundadores del mismo en 2014, explica que su objetivo era conseguir este ascenso, lo cual propició el “re-fichaje” de, precisamente, otro de los miembros que creó la entidad: Fran Almagro. Sabiendo que tenían equipo para ello, el Tenis de Mesa Cuenca se fue creciendo para acabar en un quinto puesto que les daba el pase a los playoffs.
Vencieron cómodamente al Severo Ocha -de Albacete- por 5-1 y 4-2, aunque en las semifinales se toparon con un Tomelloso que acabó primero en liga regular. Tras perder en Tomelloso, se quedarían a tan solo un punto de empatar la eliminatoria en un partido “que estuvo muy ajustado”, comenta Cardo. Fue en la lucha por el tercer puesto cuando, ante el Auditat de Albacete, lograrían hacer la machada para obtener esa última plaza de ascenso.
El ascenso no solo refleja el trabajo de dicha campaña, sino que es el fruto del crecimiento del club tanto en socios como en federados durante los últimos nueve añosTODO UN RETO POR DELANTE
Dar el salto al panorama nacional supone un gran cambio en lo que a la parcela deportiva se refiere: los rivales serán mucho más duros, y si bien Sergio Cardo adelanta que la permanencia está muy complicada, guarda la esperanza de ganar los partidos clave ante los de abajo para así tener alguna opción.
Para obtener ese salto de calidad están cerrando ya la contratación de un entrenador de División de Honor que trabaje tanto con el primer equipo como con la cantera. “Si queremos afianzarnos en Segunda Nacional de aquí a unos años, hay que fichar a un entrenador ya”, explica el presidente.
Por otra parte, el ascenso también es un reto en lo económico: Cardo explica que los gastos de las fichas federativas en Segunda Nacional triplican a las regionales, a lo que hay que sumar la inscripción, una fianza de 500 euros y la posibilidad de dobles desplazamientos en un mismo fin de semana que les obligarían a hacer noche en un hotel.
En caso de descender, algo que Cardo ve posible, no habría problema, ya que el disputar la categoría ahora mismo se ve como un premio, mientras que el objetivo del club a largo plazo es formar una base que les permita afianzarse en un futuro. “La aspiración real es subir a Segunda Nacional con niños que realmente tengan nivel para la categoría para intentar consolidarnos”, expresa.
Uno de esos jóvenes es Héctor Chumillas, que con tan solo 17 años ya ha visto muchos minutos en la temporada del ascenso. Declara que ha sido muy divertido el haber disputado tantos encuentros, si bien algunos han sido muy tensos y sufridos, lo que también le ha hecho crecer como jugador. No teme enfrentarse así a gente más experimentada, comentando que es cuestión de echarle horas para competirles debidamente.
Otro de los integrantes que formará parte del plantel de Segunda División es Antonio Soriano, quien si bien no ha podido jugar este año, llega con una amplia experiencia de 15 años compitiendo. Aunque sabe que es muy complicado conseguir el objetivo de la permanencia, asegura que “ganas no van a faltar y lucharemos por ello”.
La idea del club para los próximos años es conformar una base de cantera lo suficientemente fuerte como para mantenerse con garantías en Segunda Nacional
