Antepenúltima etapa de la 106 edición del Tour de Francia y segunda en los Alpes, donde los corredores que siguen en competición afrontaban una etapa de 126 kilómetros, con salida de la localidad de Saint-Jeanne-de-Maurienne y llegada a la estación de esquí de Tignes. Una jornada en la que los equipos que aún no han ganado etapa tenían ante sí una de las últimas oportunidades de lograr una victoria parcial mientras que los equipos con corredores en la lucha por el maillot amarillo debían mover sus fichas. Alrededor de las dos de la tarde, la carrera comenzaba y a los pocos minutos de arrancar la prueba, los primeros corredores atacaban para buscar la fuga del día.
Uno de ellos iba a ser el conquense Jesús Herrada, que en el día de hoy ha cumplido 29 años, y buscaba celebrar de la mejor manera posible su aniversario. Tras varios intentos, en los que varios corredores buscaban la fuga, finalmente, 24 ciclistas iban a ser los que estarían en el grupo cabecero. Además de Herrada, grandes nombres como Alejandro Valverde, Rigoberto Urán, Vincenzo Nibali o Simon Yates, daban un nivel de máxima exigencia a la escapada. Por ello, el pelotón no daba una ventaja superior al minuto y medio, en parte porque Valverde y Urán estaban en el “Top-Ten” de la clasificación general. Una vez iniciada la primera ascensión del día, el Montée d’Aussois, la fuga seguía con un pequeño margen de ventaja, pero la noticia estaba detrás, dado que el francés Thibaut Pinot, quinto en la general, abandonaba entre lágrimas la carrera tras descolgarse del pelotón y apenas poder dar pedaladas por un grave problema en la rodilla, siendo una baja muy sensible para la carrera dado que el líder del Groupama-FDJ estaba siendo uno de los grandes protagonistas de la edición.
La carrera continuaba con la pelea por delante para seleccionar la fuga mientras que en el pelotón era el conjunto Ineos el que comenzaba a poner un ritmo elevado, fraccionando el pelotón en pocas unidades. Con este panorama, la carrera afrontaba el gran puerto del día, el Col de L’Iseran, de 13 kilómetros con un porcentaje medio del 7,5%. Rápidamente la escapada se iba a ir seleccionando y Jesús Herrada sería de los primeros corredores que perdería contacto. A pesar de no tener las fuerzas que le hubiese gustado, es digno de alabar la actitud del corredor conquense, que hoy ha estado en su cuarta escapada de la edición y, a su vez, lo difícil que es ganar en el Tour de Francia.
La diferencia entre cabeza de carrera y el grupo de favoritos cada vez era menor y, una vez seleccionado por Ineos el conjunto de los elegidos, uno de sus líderes, el colombiano Egan Bernal, daba un tremendo ataque, dejando a sus rivales atrás y atrapando uno tras otro a los miembros de la fuga, hasta coronar en solitario el puerto, mostrando que estamos ante un corredor que va a hacer historia en este deporte. Sólo el británico Simon Yates, proveniente de la fuga, podía estar cerca de Bernal. En el grupo de los favoritos, Julian Alaphilippe cedía ante el resto de sus rivales, perdiendo así el liderato que ha llevado durante más de media edición del Tour, pero digno de alabar la actitud del corredor francés, el cual no entraba en ninguna quiniela para luchar por el maillot amarillo antes de empezar la ronda francesa y ha defendido con todo lo que ha tenido.
Sin embargo, la noticia del día iba a saltar en pleno descenso del puerto cuando la organización comunicaba la suspensión de lo que restaba de etapa, unos 30 kilómetros aproximadamente, debido a las condiciones climatológicas en el puerto final, donde se podía ver claramente que la carretera estaba inundada de agua y granizo, haciendo imposible el paso de cualquier tipo de vehículo, ya sean bicicletas, motos o coches. Un hecho del que apenas se conocen precedentes y que, lo más parecido que se había visto es recortar alguna etapa pero antes de la salida, no en pleno recorrido, pero no exime de que se ha tomado la decisión más coherente viendo las imágenes del estado de la carretera.
Así pues, el director de carrera, junto a su equipo técnico, tomaban la decisión de coger los tiempos al paso por el alto de L’Iseran, siendo Egan Bernal el nuevo líder pero no ganador de la etapa, dejando la organización sin vencedor la jornada de hoy, a falta de oficialidad de los jueces de carrera con los tiempos exactos. Con este liderato, el joven colombiano estrena su casillero con el maillot de líder tanto en el Tour de Francia como en cualquiera de las tres grandes y, a sus escasos 22 años, ya demuestra que es el presente y el futuro del ciclismo.
PENÚLTIMA ETAPA
Para la etapa de mañana, la carrera afronta el penúltimo día de competición, con salida desde la ciudad de Albertville y llegada en alto a la estación de esquí de Val Thorens. Una etapa de 130 kilómetros, con tres puertos de montaña puntuables y donde quedará todo decidido en la clasificación general y con opciones de que una fuga luche por la victoria parcial.