Décima etapa en esta edición del Tour de Francia y última antes del primer día de descanso. El recorrido auguraba un sprint masivo como desenlace de la segunda fase más larga de esta edición (217, 5 kilómetros), con salida de Saint-Flour y meta en la ciudad de Albi.
No iba a ser hasta pasados los primeros kilómetros cuando se estableció el grupo de cabeza definitivo. Hasta seis corredores, algo más de lo habitual en esta edición, abrieron camino para componer la fuga del día, con algunos ya conocidos en esta lides en lo que va de vuelta gala, como el eritreo Natnael Berhane, compañero de Jesús Herrada en el Cofidis, el suizo Michael Schär, del conjunto CCC y el danés Mads Würtz Schmidt, del equipo Katusha-Alpecin. Completaron el grupo de escapada los franceses Tony Gallopin y Anthony Turgis, de los equipos AG2R y Total-Direct Énergie, así como el noruego Odd Christian Eiking, del conjunto Wanty-Gobert. Pese a todo, el pelotón no les dejó coger en ningún momento una distancia de más de tres minutos, dada la insistencia de los principales sprinters del Deceuninck Quick-Step o el Jumbo-Visma, entre otros equpos.
Tras más de 150 kilómetros de la etapa sin grandes novedades, el ritmo de la carrera creció bruscamente. Los conjuntos Bora-Hansgrohe y el Ineos subieron las pulsaciones aprovechando las rachas de viento, lo que iba a provocar los denominados “abanicos”, es decir, cortes en el pelotón. Hasta tres grandes grupos se vieron claramente divididos. En el último de ellos quedó Jesús Herrada que, tras la gran fuga de ayer, el moteño tomó un papel más reservado. Por delante, Ineos y Deceuninck siguieron tirando con corredores importantes como Thibaut Pinot, Rigoberto Urán, Jakob Fuglsang o Richie Porte, entre otros, se veían cortados, y abriendo diferencias. Un panorama completamente distinto a la etapa del anterior jueves.
Una vez absorbida la fuga, el grupo cabecero, con apenas 40 unidades, siguió liderado por el conjunto Ineos y el Movistar, hasta que una caída de Mikel Landa hacía que gran parte de los corredores del equipo español tuviesen que esperar al corredor alavés. A partir de ahí, la lucha fue constante entre unos y otros, con la vista puesta en aumentar o disminuir las diferencias.
Llegados a la localidad de Albi, los equipos con los principales sprinters tomaron la cabeza de cara a la llegada: el conjunto Sunweb fue el que lanzó el sprint para su jefe de filas, Michael Matthews, pero el australiano no iba a tener la suficiente fuerza como para ganar la etapa. De esta manera, el final se tuvo que decidir con “photo-finish” entre Wout Van Aert y Elia Viviani, cayendo la victoria de la etapa para el ciclista belga.
Con este triunfo, el conjunto Jumbo-Visma sumó su cuarta victoria de etapa en la edición, mientras que Van Aert logró su primera victoria en una prueba grande, pese a ser debutante. Una característica que no le priva de tener un potencial en carretera como en ciclocross, donde es el actual subcampeón del mundo, además de haber sido los tres años anteriores medalla de oro.
Por su parte, Jesús Herrada llegó en un grupo grande en la posición 141, a 9:41 del ganador de la etapa. En cuanto a la clasificación general, Julian Alaphilippe continúa líder, sin embargo, se han producido bastantes cambios con algunos de los favoritos por los abanicos, siendo los corredores de Ineos, Geraint Thomas y Egan Bernal, los grandes beneficiados. En cuanto al ciclista conquense baja tres posiciones en la general hasta la 35ª plaza, a 20:01 del liderato. La próxima etapa será el miércoles, ya que mañana hay jornada de descanso.