Decimoquinta etapa de la edición 106 del Tour de Francia y última de la segunda semana, antes de llegar a la jornada de descanso de mañana lunes, en la que los corredores han recorrido un total de 185 kilómetros, con salida en la localidad de Limoux y llegada al puerto de Prat d’Albis, incluyendo, además de la llegada, otros tres puertos más puntuables.
A las 12:10 de la mañana se daba la salida y comenzaban los primeros ataques en el pelotón, con varios corredores buscando la fuga del día, entre ellos, el conquense Jesús Herrada.
A pesar de los intentos, habría que esperar a pasar la primera hora de carrera y, aprovechando la ascensión al Col de Montségur para ver formada la fuga del día. Un grupo de 27 corredores, donde estaba incluido Jesús Herrada. Junto al corredor conquense del equipo Cofidis, nombres tan importantes como Vincenzo Nibali, Romain Bardet o Nairo Quintana, todos ellos con algún podio en el Tour de Francia, daban un nivel de máxima calidad a la fuga.
Más tarde, otros nueve corredores más llegaban a la cabeza de carrera para formar un grupo definitivo de 36 unidades. Los siguientes kilómetros se iban a desarrollar con constantes particiones y uniones en la fuga debido a los ataques de algunos corredores, mientras que en el pelotón tiraba el conjunto Deceuninck Quick-Step, no permitiendo una diferencia superior a los cuatro minutos antes de llegar a los tres puertos finales del día.
A falta de 65 kilómetros para la meta, la fuga comenzaba la ascensión al Port de Lers, el cual serviría para ir seleccionando la escapada, hasta dejarla en la mitad de corredores, además de aumentar la diferencia con el pelotón hasta los cinco minutos. Por detrás, el conjunto del líder seguía tirando a un ritmo bastante cómodo y en el que la nota negativa del día era ver descolgarse al joven mallorquín, Enric Mas, demasiado pronto y quedando definitivamente fuera de cualquier opción en la clasificación general.
Los elegidos
La siguiente ascensión sería el Mur de Péguère y el cual ya iba a seleccionar la escapada a dos elegidos. El alemán Simon Geschke, del equipo CCC, y el británico Simon Yates, uno de los grandes favoritos a ganar la etapa, dejaban atrás al resto de compañeros de la fuga y todo apuntaba a que entre ellos dos estaría el ganador de la jornada.
El resto de la escapada se fraccionaba en varios grupos, donde veíamos sufrir a Herrada para seguir en un segundo grupo persiguiendo a la cabeza de carrera y, más tarde, cortarse definitivamente. En el pelotón, el alavés Mikel Landa atacaba desde lejos con el objetivo de recuperar tiempo en la clasificación general, mostrando así la valentía que le caracteriza cada vez que se pone un dorsal.
Tras bajar el penúltimo puerto del día, la situación de carrera mostraba al dúo de cabeza con una ventaja de un minuto respecto a un grupo, donde se encontraban corredores como Bardet o Quintana y, que minutos más tarde, llegaría Landa, después de aprovechar el gran trabajo de sus compañeros de equipo que estaban en la fuga, Andrey Amador y Marc Soler.
Un minuto más tarde, pasaba el grupo de los favoritos, con hombres del Bora-Hansgrohe, Jumbo-Visma y Groupama FDJ tirando y en el que Jesús Herrada intentaría recuperar fuerzas pero que al inicio de la ascensión decidía subirla a su ritmo.
Marcha en solitario
Iniciado ya el Prat d’Albis, Simon Yates sólo necesitó el primer kilómetro de ascensión para dar un tremendo ataque para marcharse en solitario y dejar a Geschke sin reacción, catapultando al corredor del Mitchelton-Scott hacia la victoria de etapa. En el grupo perseguidor, Landa se marchaba en solitario e iba a ir pasando uno tras otro a los corredores de la escapada hasta situarse segundo en la etapa.
En el grupo de los favoritos, Groupama-FDJ asumía la responsabilidad y su líder, Thibaut Pinot, comenzaba una serie de ataques en los que iba a ir castigando a todos y cada uno de los rivales, empezando por el líder, Julian Alaphilippe, al cual se le veía sufrir por primera vez en todo el Tour de Francia. Sólo el colombiano Egan Bernal y el alemán Emanuel Buchmann podían acercarse a la rueda del francés. Por si la etapa no tenía dureza, la lluvia comenzaba aparecer, dando un toque de épica a la etapa.
Finalmente, Simon Yates ganaba la etapa y repetía triunfo, después de ganar también el pasado jueves, demostrando así que es uno de los mejores escaladores del mundo y que su victoria en la Vuelta a España 2018 no fue fruto de la casualidad. A 33 segundos, llegaban a meta Pinot y Landa, premiando así la valentía de ambos y postulando al francés como uno de los grandes candidatos a la victoria final.
A partir de este momento, los ciclistas llegaban intercalados y con cuentagotas, donde Jesús Herrada finalizaba en la 33ª posición parcial, a 10:08 del ganador. En cuanto a la clasificación general, Julian Alaphilippe mantiene el liderato, con una ventaja de 1:35 sobre el galés Geraint Thomas.
Una jornada que ha apretado aún más la clasificación, dejando entre el segundo y el sexto clasificado una diferencia de sólo 39 segundos. Por su parte, Herrada sube hasta la 30ª plaza, a 45:22 del líder. Mañana lunes no habrá etapa en el Tour de Francia puesto que toca jornada de descanso y será el martes cuando se reanude la carrera.