El sueño se hizo realidad para el conquense Fernando Domínguez, que ha logrado completar la prueba más dura del mundo no solo en una, sino en dos ocasiones. Con enormes dificultades cruzaba hoy la línea de meta que certificaba que el piloto de Palomares del Campo completaba la prueba en una meritoria 83ª plaza.
Cuando todo parecía abocado a un plácido cruce de meta, una última adversidad se le presentaba a Domínguez. El embrague de la moto sufrió una avería, por lo que estuvo bastante tiempo parado a escasa distancia. Era el melillense Rachid Al-Lal quien salvó al conquense con un disco de embrague, lo que le permitió completar este último día. Y es que en el Dakar nadie se queda atrás.
Con enorme alegría, Domínguez ha lanzado estas palabras tras la ceremonia en la cual ha sido premiado con la medalla que le acredita como superviviente del Dakar. “Ha sido sufrido al final, pero aquí la tenemos. Muchas gracias a todos por el apoyo y conseguido, ¡por vosotros!”, exclama.
No es para menos, ya que este Dakar ya se está colocando por muchos como uno de los más duros de la historia. Domínguez completó la primera etapa en la 124ª posición, y en la segunda logró escalar hasta la 113. Encarando la mitad del evento, el palomareño ya estaba en la 90. Sus dos últimas etapas, bastante reseñables, le acababan dejando en la 83ª plaza. Pero más allá de resultados, tal y como comentaba Domínguez en la previa del evento, el piloto se queda con la inolvidable experiencia no solo de correr el Dakar, sino de terminarlo por segunda vez.
Foto cedida por Fernando Domínguez
