El argentino Fede Pizarro fue el primer nuevo jugador que anunció el Incarlopsa Cuenca de cara a esta temporada. Lateral derecho y con polivalencia en el extremo de este mismo ala, el argentino se une así al elenco de jugadores sudamericanos, con los brasileños Dutra o Ponciano, y a numerosos paisanos internacionales con la albiceleste, como es el caso de Maciel, Vainstein, Simonet o Moscariello.
“Elegí Cuenca porque era el momento de dar el salto. Nunca lo había dado antes porque me sentía con el nivel que otros jugadores europeos, por eso decidí explotarlo en Argentina, pero cuando uno ha ganado todo allí a nivel de club, busca una nueva motivación. Al volver del panamericano, me decidí a firmar con Cuenca, porque ya conocía a varios compañeros que estaban allí y me gustaba mucho ese estilo que tenía, más basado en una defensa, en esa imagen de garra y no dar partidos por perdidos”, explica el jugador.
No obstante, pudo haber debutado en Europa antes que en Cuenca, ya sólo una semana después de apalabrar su llegada al Incarlopsa para la siguiente temporada, el preparador de su selección y técnico del Ademar León, Manolo Cadenas, le hizo llegar el interés de Carlos Ortega por un zurdo ante la plaga de lesiones que atravesaba el TSV Hannover, club de la potente Bundesliga. “Era una llamada muy importante, pero planificando esos siguientes meses y con la vista en los Juegos Olímpicos, si fichaba por el Hannover sabía que iba a llegar muy cargado. Para mí, jugar con mi selección es lo más grande y por eso decidí quedarme en Argentina y prepararme bien para Tokyo 2020, pero llegó la pandemia y cambió todo”.
Con la irrupción del coronavirus a nivel mundial, Pizarro no dudó en mantener su intención de jugar en España, si bien, las dificultades burocráticas hicieron que el jugador aterrizara en Cuenca en agosto, “cuando debía haber llegado un mes antes”.
CUENCA “ARGENTINA”
Pese a la tardanza en ponerse a las órdenes de Lidio y los problemas de carga muscular que ha sufrido el jugador al no haber tenido los mismos días de preparación que el resto de sus compañeros, ‘Fede’ admite que su aclimatamiento es total con el equipo. “Sabía que venir a Cuenca para mí iba a ser más fácil a nivel de juego y de vestuario. Aquí tengo a compañeros que conozco como el ‘Colo’, como Leo, Pablo... sé que voy a estar arropado en este vestuario. Veía partidos del equipo desde el año pasado y hay ciertos movimientos y aspectos del juego que tengo ganado precisamente por esto. El ‘timming’ con el compañero, leer los movimientos, las jugadas, es algo que ha hecho que me sienta muy cómodo en el equipo”.
No obstante, cuando le preguntamos sobre qué puede aportar su figura más allá de cubrir la necesidad de zurdos, tan esquilmada en los últimos tiempos del equipo, Pizarro admite buscar todo un ‘quid pro quo’: “Tengo el reto de ser mucho mejor defensor. Es algo que espero aprender con Lidio y con este equipo. Sé que soy un jugador que puede aportar más en el ataque, pero también espero poder progresar en la defensa, será un desafío pero algo que me completará como jugador. En este equipo es algo crucial hay jugadores como ‘Colo’ que son muy inteligentes defendiendo, porque no sólo es fuerza, sino también saber leer al contrario, posicionarte, y en eso Vainstein es de los mejores”.
STREAMER DE BALONMANO
Pese a su papel dentro de la cancha, Pizarro también llama la atención por sus tranmisiones fuera de la misma. El jugador cuenta con un canal en Twitch (FedePiza), una plataforma de emisión en directo, con más de 2.200 seguidores en la que se crea un vínculo con su seguidores con el ‘handball’ como nexo. “Es algo que me gusta, porque veo muchos ‘streams’-retransmisiones en directo de usuarios-, normalmente de jugadores de videojuegos. Yo comencé un poco así, pero al llegar a España vine con la idea de comenzar a comentar partidos, de ver partidos con gente hablando de balonmano y también conversando con la gente que me sigue”, explica.
Así, no oculta este fenómeno de ver cómo otros deportistas como el ‘Kun’ Agüero o el portero del Real Madrid, Thibaut Courtois, se han animado a dar el salto al mundo de las retransmisiones online mientras juegan a videojuegos o en sesiones de chat, es una bonita manera de mostrar el lado más normal de los deportistas. “Es una forma de conectar con ellos más cercana, porque es como si hiciera una videollamada con ellos, me preguntan sobre balonmano, sobre mi vida, cómo es el deporte acá en España, la diferencia con Argentina, que zapatillas uso para jugar, etc. y es algo que me gusta hacer y lo hago como hobby”, una muestra de ello es que el argentino no acepta donaciones económicas “porque yo ya tengo trabajo, soy jugador de ‘handball’, es algo que hago por diversión y por tener esa soltura delante de una cámara o perder ese miedo”, admite Pizarro que no ve con malos ojos el ser comentarista en un futuro, tal y como lo hizo en el pasado mundial de balonmano con el periodista Hernán de Lorenzi.
Así, sea en la pista con el Incarlopsa Cuenca con goles que hagan vibrar a la afición de El Sargal o en una retransmisión en directo en la que analiza el juego de un partido de Champions, está claro que Pizarro da mucho juego dentro y fuera de la cancha.
