El "eterno capitán" del A Palos dice adiós. Guillermo García Bascuñán jugará su última temporada con el equipo de su ciudad para dar paso a una nueva etapa en la vecina Albacete por motivos laborables. De esta forma, el jugador cede su testigo a las nuevas generaciones. En este caso, Marcos Sarria, joven 'primera línea' de los jabatos será el encargado de asumir el cargo de responsabilidad que supone la capitanía en un deporte como el rugby.
García es y ha sido una figura importante en el desarrollo y recuperación de rugby en Cuenca. Él mismo cuenta que él jugaba a balonmano antes del rugby. "Estábamos en pretemporada viendo si salía o no el segundo equipo, porque ya había dado el salto desde juvenil. Entonces, en un entrenamiento nos dijeron que no se competiría esa temporada y al salir del pabellón vi un cartel que ponía 'Ven a jugar al Rugby'. Ya había tenido algún contacto con este deporte gracias a Paco de la Cruz en el TAFAD, así que me animé a probar".
Los inicios no fueron fáciles. Fue hace una década cuando el A Palos comenzaría a renacer de los restos del que en su día fue el 'Rugby Cuenca 90'. Tras un verano entrenando con una base de en torno a 15 y 20 jugadores, el equipo se animó a jugar su primer partido amistoso. "Fue horrible", explica Guillermo entre risas. "Jugamos ante Albacete y perdimos 122-3, nos metieron una paliza pero terminamos muy contentos por haber jugado un partido de rugby". Esa sensación e ilusión se mantuvo durante fechas siguientes donde el equipo fue mejorando a base de "caer por muchos puntos, pero no parar de levantarse, como un partido mismo de rugby".
CAPITÁN Y EVOLUCIÓN
Pese a que desde sus inicios no ha abandonado la tercera línea de ataque, García asumió el puesto de capitán en 2014 tras la lesión de Andrés López "Gochi". El jugador, que dio sus primeros pasos con el oval en Cuenca, estuvo en Portugal de Erasmus jugando el Sao Miguel de Lisboa. "Competíamos en Primera Nacional y no ganamos un solo partido, pero sí es cierto que tuvimos la gran experiencia de enfrentarnos a los mejores equipos de Portugal, incluso jugadores de la propia selección nacional. A la vuelta a Cuenca, con Pantxo Almagro de entrenador, propuse tomar el relevo de Gochi, y así lo decidió el equipo".
Desde entonces el club, ya compitiendo bajo el amparo de la Federación de Rugby de la Comunidad Valenciana, dio sus primeros pasos en las ligas levantinas. Pese a que son más de siete años defiendo el escudo 'jabato', el ex-capitán señala que se mantiene una "triste continuidad" en cuanto a la "inestabilidad de la plantilla": "Cuando empezamos a jugar en 2010 había un grupo base al que se fue sumando gente que ha tirado del carro. Pero siempre han ido y venido por motivos de estudios, trabajo, etc. En cuanto al equipo sí ha habido una notable evolución y el mantener siempre un mismo núcleo en la Junta Directiva ha llevado a un crecimiento gracias a gente como Jorge "Azote", Carlos "Patato", Víctor "Polín", etc. En el campo, el A Palos dio un salto cuando Paco de la Cruz se puso al frente. Pantxo puso la semilla con esa experiencia que tenía al venir del rugby de Madrid. Se comenzó a competir con eso, pero con Paco fue un plus que ha ido desarrollándose con la llegada posterior de "Patato" y Jair Ruibal. Con Jair y Cuesta en esta última etapa se ha cuidado mucho más el aspecto del sistema, la preparación del jugador y jugar con mucha más cabeza, es decir, cuidar la colocación en el campo, la lectura de los espacios, etc. Son aspectos esenciales para que el rugby en Cuenca siga creciendo de nivel. Si bien, el 'hándicap' que tenemos ahora es que tenemos una plantilla muy, muy joven. Muchos de nuestros jugadores están jugando sus primeros partidos de rugby, pero si se mantiene el grupo veremos un gran equipo en el futuro".
"El momento de levantar el título de campeones lo voy a tener grabado siempre"En el recorrido de su etapa, García cuenta con casi un centenar de encuentros vistiendo la verdinegra del A Palos. Multitud de momentos en los que el conquense destaca su primer entrenamiento, "que recuerdo perfectamente que fue el 1 de agosto de 2010, por la sensación de descubrir ese deporte, el chocar contra los escudos, la unión y esa sensación de apoyo que noté cuando la gente te trataba como un hermano en el juego". Así como la final del campeonato de 2ª Territorial, en la que los conquenses cayeron ante el Rugby Elche. "Fue muy particular porque quedamos subcampeones y lo celebramos y se nos oía casi más que a ellos. Ese sentimiento, el de jugar para disfrutar, ser un grupo unido, vivir este deporte, es algo muy valioso que tiene este equipo".
Y en lo más alto está la ocasión en la que sí levantó un trofeo de campeón, como equipo triunfador de la 3ª Territorial Valenciana: "Fue muy emotivo recibir el trofeo al terminar el partido en Alicante. Fue un partido en el que nos acompañaron como 30 aficionados desde Cuenca y un partido espléndido en el que no encajamos ni un solo punto ante el Akra Bárbara B. El momento de levantar el título lo voy a tener grabado siempre".
ESCUELA Y DIFUSIÓN DEL RUGBY
Por otra parte, si la labor de García ha sido destacada dentro del campo, fuera de él no ha sido inferior. El antiguo capitán enlazó su formación universitaria como educador social para aplicarla a su deporte favorito, logrando lanzar en 2012 el proyecto "Promoción y Difusión de Rugby en Cuenca" como tarea práctica de uno de los cursos de entrenador de rugby. El jugador del A Palos vio "una oportunidad" para contrarrestar los pocos practicantes con los que contaba el deporte oval entonces. "Decidimos que si los niños y niñas no iban al rugby, nosotros le llevaríamos el rugby a los institutos y colegios para conocerlo. Muchos de los jugadores que hoy día están en el equipo salieron de esos programas y con Edu Higueras al frente, el proyecto sigue siendo un sinónimo de captación de cantera para nuestro club".
Guillermo seguirá jugando lo que resta de temporada en el Ancoralba Albacete Rugby de 1ª División Territorial, aunque puede hacerlo también con el A Palos, al ser los conquenses filiales del conjunto albaceteño esta temporada. El jugador conquense destaca que, pese a haber pasado por varios equipos de rugby tanto en España como en Portugal, "en Cuenca existe algo especial que hace esa unión, es difícil de explicar si no lo vives". García explica que "desde los detalles del vestuario "como la lectura antes de un partido", genera una sinergia que "más que ganar o no, experimentas un sentimiento de pertenencia a un equipo y una familia compuesta de gente muy variada y diferente, es algo que hace único al rugby, el juntar bajo los mismos propósitos y con un fin casi de hermandad a personas que fuera del campo podrían estar en polos opuestos".
