La plantilla del Balonmano Liberbank Cuenca sigue moviéndose día tras día. Tras la última baja, la séptima del club, de Pablo Marrochi, que jugará en el GEO Handball Siena italiano, llega la incorporación de Carlos Fernández. Un lateral izquierdo hermano del internacional Juanjo Fernández, con pasado en Cuenca, procedente del filial de Ademar.
Pero aún dentro de la plantilla conquense continúan jugadores que no han firmado esa continuación. Es el caso del capitán del equipo, Sergio López. El joven extremo izquierdo de 22 años señala que está “en conversaciones con el club para finiquitar la renovación. Estamos cerrando los últimos flecos, pero creo que antes de julio el equipo estará cerrado completamente”.
No ha sido un año fácil para el conquense al coger el testigo en la capitanía del club tras la marcha de David Mendoza. “En lo deportivo ha sido un año que comenzó de manera espectacular, pero que se vino abajo con lesiones muy importantes. Creo que, en general, ha sido una temporada buena y, salvo por tres o cuatro partidos contados, no hemos podido terminar en posiciones europeas y continuar esa primera vuelta increíble. También se notó la baja de ‘Mendo’ en defensa, pero espero que el año que viene podamos subsanarla de manera efectiva. De otra parte, en el vestuario, sí es cierto que el ‘Colo’ es que lleva los galones por su experiencia, pero si por algo se caracteriza no sólo este equipo, sino todo el club, es que aquí no hay nadie más que nadie. Somos una piña, se mira por el compañero y eso, al ser un capitán joven, juega a mi favor”, admite López.
Sergio confiesa que la situación “es complicada para todos, que los jugadores tendremos que poner de nuestra parte para salir de esta y que será el año con más incertidumbre en mucho tiempo. Está el asunto del público o las dificultades de las empresas que nos apoyan. Sin embargo, intentaremos cuajar una gran temporada y que nuestra gente, si no nos puede ver en el pabellón, lo hagan desde casa. El equipo intentará centrarse en lo deportivo y olvidarse de todo ese ruido”.
Respecto a los movimientos de la plantilla, el capitán del Ciudad Encantada lamenta la marcha de Pablo Marrochi, al que consideraba “un jugadorazo y un central con mucha inteligencia”, pero está seguro de que los que lleguen aportarán lo suficiente para que “se presente una temporada muy emocionante para todos”. “Pienso que pese a la rebaja, las dificultades y las previsiones, hay muchos equipos que también están sufriendo esta situación, por eso creo que hay que dar más mérito aún a lo que se consiga. Creo que las incorporaciones mantendrán la ilusión de competir al máximo como lo veníamos haciendo en estas últimas temporadas”.
Es por eso que el extremo espera volver a ese nivel al que brilló el año pasado y que lo puso entre los candidatos a vestir la camiseta de la selección ‘B’. “La intención es esa, seguir con la tendencia y si puedo llamar a esa puerta, estar ahí, aunque no depende de mí el que se abra”.
Así, el capitán termina la entrevista con un mensaje de esperanza para sus aficionados: “Es una crisis más, estoy seguro que saldremos de esta como hemos salido de muchas y volveremos a estar todos en El Sargal reviviendo las grandes tardes de balonmano”.