Sólo una semana después de anunciar su celebración, la XXXII edición del triatlón Hoces de Cuenca colgó el cartel de inscripciones agotadas. “Es un reflejo de lo que representa esta prueba, de las más antiguas del panorama nacional, y de las muchas ganas que tiene la gente de competir en Cuenca”, explica Carlos Jiménez, director técnico de la carrera y miembro del Trischool Cuenca.
El club del “rayo verde” ha cogido el testigo del Hoces de Cuenca a los mandos de una prueba como un reto para que esta carrera siga viva. “No podíamos dejar que se perdiera después de que en 2020 no pudiera celebrarse por culpa de la pandemia”, añade Jiménez.
Han sido muchas noches en vela y eso que aún quedan los nervios de última hora. “Ojalá la gente fuera consciente de todo lo que conlleva organizar una prueba de estas características”, explica el director del evento que movilizará a 270 participantes, y más de un centenar de personas en labores de organización y control, así como 60 voluntarios a los que se añade la acción de las fuerzas y cuerpos de seguridad para hacer posible el desarrollo de la prueba sin incidentes.
La emblemática carrera de distancia olímpica cumple 32 ediciones y lo hará manteniendo la esencia de la prohibición del ‘drafting’, o como se conoce comúnmente a la acción de ir “chupando rueda”. No obstante, uno de los cambios esenciales será el recorrido a pie, que pasa de desarrollarse por el parque de Los Moralejos y alrededores a ubicarse en un entorno más céntrico, con la meta en Plaza de España y un circuito de 2,5 kilómetros por el corazón de la parte baja de la ciudad, discurriendo por el Parque San Julián y Carretería.
El entorno de la playa, un segmento espectacular en bicicleta y la modificación del tramo final forman un plus que gustará a atletas y espectadores
De manera previa, los participantes comenzarán sobre las 15:30 horas con las dos vueltas al recorrido a nado con inicio y fin en la Playa Artificial (1.560 metros) para afrontar el tramo de 41 kilómetros con un paisaje de gran belleza a la par que de una exigencia brutal, con dos grandes ascensiones en Valdecabras y San Isidro, para continuar por el Alto del Castillo, obteniendo una instantánea espectacular para retornar a la ciudad.
Desde la organización destacan la presencia de los favoritos como Emilio Aguayo, Diego Méntrida, Daniel Mujica, Natalia Bermúdez, María Varo o Isabel del Barrio, mientras que los principales favoritos en el panorama local serán Pilar Sebastián, Julián Carretero y Alberto Roldán.
PÚBLICO
El público es uno de los factores esenciales en esta prueba. Centenares de personas combaten el calor para animar a los triatletas para que logren su objetivo de completar la dura carrera. “Somos conscientes de que el triatlón genera mucha expectación, pero pedimos al público que sea responsable y no provoque aglomeraciones. Aun así, estaremos muy pendientes junto con el trabajo de Policía Local y voluntarios en puntos destacados como el Alto del Castillo”, explica Jiménez.
Y es que desde las administración municipal, que ha aplaudido la vuelta de esta prueba, han hecho hincapié en la necesidad de disfrutar del espectáculo “pero siendo responsables”, por ello han recomendado el uso de la mascarilla y cumplir la normativa de distancia social.
“Para mí y para todo amante del triatlón involucrado en esta carrera, lo importante es que no ocurran incidentes y todo el mundo disfrute. La gente tiene muchas ganas de participar y eso se ha notado tanto a nivel de Cuenca como toda España. El entorno de la playa, el espectacular segmento en bici y el cambio de circuito a pie es un plus tanto para los atletas como para los espectadores que esperamos que siga propiciando que este triatlón siga siendo una prueba histórica”, declara Carlos que reclama más facilidades a instituciones para que organizar pruebas como esta, “sea cual sea el club, porque al final estamos creando riqueza para la ciudad a través de competiciones que atraen a deportistas”.
