Aitana Iniesta Llorens, con tan solo 13 años recién cumplidos, ha coronado la cima del monte Aneto –el segundo más alto de la Península Ibérica– en tan solo 5 horas.
El montañismo es un deporte que desde el fin de la pandemia ha resurgido con fuerza y cada vez son más los que prefieren pasar su tiempo entre senderos en las montañas o haciendo rutas de varios días por montes, que practicar los deportes más “tradicionales”. El amor a la naturaleza y el afán del ser humano por explorar hacen que las cordilleras españolas estén en auge y que superar retos de ascensión sea un deporte cada vez más demandado.
Aitana lleva practicando la escalada en rocódromo desde los 5 años, pero tal como relata su madre, Rosi Llorens, “este año estaba empeñada en subir al Aneto”. Ambas comparten la pasión por los deportes de montaña, y cuando Rosi empieza a decantarse más por el montañismo, que por las carreras de Trail, ya que según confiesa “en las carreras no puedes disfrutar tanto de la montaña, no puedes pararte y a mí siempre me ha encantado la montaña”, es cuando despierta la pasión de Aitana por los ascensos, “me insistía en acompañarme cada vez que yo salía a alguna montaña”.
La joven conquense había realizado ya muchas veces baja montaña, es decir ascensos de hasta 1500 metros, que puede ser considerado senderismo y media montaña, hasta 2500 metros, y sobre todo mucha escalada en roca, pero nunca había dado el salto a los 3404 metros de altitud que tiene el pico Aneto. “es un gran salto para hacerlo de primeras”.
Cuando organizaron el viaje, Rosi Llorens confiesa que lo hizo pensando que quizá no llegarían a la cima, “le dije, Aitana hasta donde lleguemos”, sin embargo, la mezcla de perseverancia con cabezonería y buena preparación consiguieron que Aitana no solo no se rindiera, sino que llegara con muchas fuerzas hasta el paso de Mahoma. “mamá estoy bien, ya puedo ver la cima y quiero llegar” fue lo que le dijo la joven cuando empezó la parte más complicada de la subida.
El paso de Mahoma separa la antecima de la cima del aneto, son “tan solo” 40 metros, pero es un tramo horizontal con unas pronunciadas caídas de 700 metros a ambos lados. Se trata de un estrecho paso de rocas, con nieve y atravesarlo es la única forma de llegar a la cima. Según los expertos en ascenso de montaña requiere una buena forma física, saber bien dónde pisar en roca y por supuesto no tener vértigo, son 3.400 metros de altitud. “Aitana pasó el estrecho sin ninguna dificultad, ella está acostumbrada a hacer mucha escalada en roca”.
Tras este primer logro, sus ganas de seguir ascendiendo cumbres se han duplicado y según asegura le hace mucha ilusión que se reconozca el esfuerzo que hace
El ascenso se hizo en 5 horas y comenzó a las 4,30 de la mañana desde el refugio de la Reclusa, Beatriz Real fue la experta que acompañó a Aitana y a su madre en el ascenso, “llevando a Beatriz a nuestro lado, me siento tranquila y segura, es una gran conocedora de la montaña”.
Las circunstancias meteorológicas también ayudaron, ya que hizo buen tiempo a pesar de encontrar mucha nieve en los puntos señalados como La Pedrera, El Portillón y El Glaciar.
En total fueron diez horas y media de jornada (cinco para subir y cinco y media para bajar) lo que le costó a la joven conquense conquistar el Aneto. “Bajando hicimos más paradas, estaba más cansada”, relata.
Tras este primer logro, sus ganas de seguir ascendiendo cumbres se han duplicado y según confiesa “le hace mucha ilusión que se reconozca el esfuerzo que hace”.
