Victoria en el último suspiro del San José Obrero en un atractivo partido disputado en el Obispo Laplana. El letargo inicial se vio solventado con una rápida remontada conquense, para luego mantener un toma y daca en el marcador hasta el descuento. Fue entonces cuando Kameni hizo estallar el campo con un gol en el descuento que bien valió tres preciados puntos para los suyos.
De nuevo, unos malos primeros minutos condenaban a un Obrero que encajaría en primer lugar. Sería en el minuto 8 cuando Javi se quedaba solo en el pico izquierdo del área frente a Mario. Decidió ceder a Víctor, que definió a puerta vacía colocando el balón en la parte alta de la portería.
Empezaría a ganar enteros el Obrero tras encajar el gol, siendo estos los mejores momentos de los rojillos. Avisaba Gregor con un testarazo que no fructiferaba, pero no necesitaron mucho más los de Fran García para poner la igualada. Probó suerte Pery desde más allá de la frontal con un potente tiro a baja altura que se le escapó a Alex de entre las manos para posteriormente cruzar llorando la línea de meta. En el minuto 17, Javi confirmaba la remontada exprés con un cabezazo tras la prolongación de Gregor en un centro.
Auténtico monólogo del San José en este tramo, que, tras avisar en varias ocasiones, conseguía darle la vuelta al marcador y seguía mereciendo más. Perdonarían demasiado los locales, y es que podrían haber dado un golpe sobre la mesa con las ocasiones de Rufo –un cabezazo que sacaron casi bajo la línea de palos- y Gregor, por partida doble, que se plantó delante de Alex, deteniendo éste providencialmente.
Tanto perdón le acabaría pasando factura al Obrero al bajar notablemente esta intensidad antes del descanso. En el 33, Víctor le echaba un jarro de agua fría a los locales poniendo el empate a 2. Pediría penalti el Pantoja en el minuto 37 alegando una mano de Rufo, pero el colegiado no apreció nada al estar el brazo pegado al cuerpo.
En la segunda parte recuperó sensaciones el Obrero, que salió mejor plantado tras el paso por vestuarios. La primera habría que apuntársela a Balles, que no llegó a empalar bien el remate tras un pase de la muerte de Rufo, que se había desmarcado perfectamente por banda izquierda. La insistencia de la parroquia roja tendría su recompensa con el gol de Villena, cuando, tras el rebote que él mismo provocó con un tiro dentro del área, aprovechó la segunda jugada para rematar entre la maraña de piernas que tenía delante para poner el 3-2.
El partido se calentaba en exceso tras una serie de acciones algo broncas, y Fran García, técnico del Obrero, se tendría que marchar del campo. Dominio inocuo del Obrero, que, si bien mantenía el balón, no causaba peligro real en la meta de sus contrarios. Pasado el minuto 70 empezaba a crecerse el Pantoja con algunas ocasiones aisladas que no suponían demasiado peligro, pero que denotaban mejoría.
El loco tramo final del partido deparó un momentáneo empate tras aprovechar Javi la salida de un córner con un muy buen testarazo anticipándose a la defensa. No lo podía creer el San José, que veía cómo se le escapaba un partido que tenían ganado. Haciendo un derroche de casta y coraje, se lanzaron con todo los rojillos para marcar ese ansiado gol.
No sería otro que Kameni, tras recibir un centro al corazón del área, quien rematase para poner un 4-3 que hacía estallar a todo el Obispo Laplana en el mismísimo descuento. Visiblemente emocionado, el jugador celebraba con la grada y con sus compañeros un gol que valía oro.
Victoria que rompe ese peso psicológico de cuatro partidos sin ganar y que hacen creer de nuevo al Obrero en algo más. Serio partido de los rojillos, muy efectivos en ataque pero con la necesidad de reflexionar en el aspecto defensivo, sobre todo el juego aéreo. El próximo compromiso del San José será ante el Seseña.
