El amplio abanico de las artes marciales vive a día de hoy un auge gracias a los distintos campeonatos y referentes que han surgido en los últimos años. En Cuenca, el hogar de estas artes marciales es el Gimnasio VITAE, donde se imparten distintas prácticas: no solo las ya conocidas como el judo –deporte olímpico–, sino también el brazilian jiu jitsu y un deporte todavía más específico, el grappling. Este término procede de la palabra inglesa ‘grip’, refiriéndose a una modalidad de lucha en la que se busca tener bajo control al oponente sin necesidad de golpe alguno, sino con técnicas de agarre. Destacadas figuras en campeonatos nacionales como Manuel Cano imparten clases en el VITAE para expandir los múltiples beneficios de estos deportes a través del IAM –Instituto de Artes Marciales–.
Se trata de una filial que nace en Alemania a través de un mestre brasileño y que, tras aterrizar una sucursal en Madrid, llamó la atención de los conquenses. Gracias a su conocimiento y capacidad para demostrar que podían extender sus enseñanzas, también recibieron la filial del IAM, con quien trabajan mano a mano, así como con la Federación Madrileña de Lucha.
A día de hoy, llevan cinco años en los que “hemos sido pioneros y hemos tenido una evolución bastante buena”, señala Cano, poniendo en valor que es el único lugar de Cuenca donde se enseña grappling, un deporte “relativamente nuevo”, como comentan algunos de los estudiantes. Se trata de una disciplina muy distinta y bonita, aporta Manuel Sebastián, estudiante de BJJ-Grappling, ya que “estamos acostumbrados a estar de pie, pero cuando llegas al suelo todo cambia”.
FÍSICO Y MENTE
Si del físico se destaca el gran trabajo de prácticamente todo el cuerpo –elasticidad, resistencia, fuerza, agarre… destacan los practicantes–, el aspecto mental no se queda atrás. Manuel pone en valor también que este deporte ayuda a resolver problemas bajo presión. “Resolvemos dinámicas, el problema se transforma, hay que pensar rápido y tomar decisiones… te incentiva a resistir y resistir, como la vida misma”, declara. Junto con su compañero José Monje, también estudiante de BJJ-Grappling –medalla de oro en el pasado Campeonato Autonómico y competidor en el Campeonato de España–, destaca también los valores relacionados con el autocontrol, el respeto, la responsabilidad y la disciplina que estas artes marciales dejan.
Alrededor de 12 personas practican grappling y jiu jitsu –se imparten juntas dado que se trata de dos disciplinas muy similares–, mientras que en judo se reúnen unas 30, informa Manuel Cano, hijo de Manuel y también entrenador a nivel nacional. “Lo que queremos es que vaya creciendo el grappling, porque el judo está más metido, pero el grappling, al venir de la MMA, se ve como algo más violento”, declara Manuel hijo, al mismo tiempo que desvincula totalmente esta práctica de esos mitos.
Destaca que el grappling y el jiu jitsu se trabaja de manera lúdica con los niños, mediante números y colores, para hacerlo así más ameno a esas tempranas edades. “Trabajamos mucho la psicomotricidad, bilateralidad, coordinación…”, aporta el joven.
Por otra parte, también los adultos lo usan como un complemento incluso para su trabajo, señalando que entre los alumnos hay gente cuya profesión es la de policía, guardia civil o vigilante, por lo que trabajan mucho este deporte desde el punto de vista de la defensa personal.
El grappling, basado en técnicas de agarre para controlar al rival sin golpes, se enfoca desde el punto de vista de la defensa personal
PLANES DE FUTURO
El IAM Jiu Jitsu no quiere quedarse aquí, y su clara intención es crear una escuela de grappling que gane continuidad en el futuro, asegure el deporte y sea capaz de conformar un club que salga a competir como ya lo hacen sus mayores.
La parte positiva es que esta disciplina vive un periodo de auge gracias al reciente título de Campeón Mundial de Peso Pluma que Ilia Topuria ha conseguido en la UFC. “Se ha levantado un poco con todo esto, viene gente interesada a decirnos que quizás no están tan interesados en el golpeo, pero en el suelo sí”, destaca Manuel hijo.
De momento, los instructores del club siguen entrenando para sumar medallas en los distintos campeonatos nacionales y los jóvenes también lo hacen para empezar a conseguirlas algún día.
Después de varios años luchando para que este deporte sea más reconocido, Cano deja caer una primicia recién llegada: la posibilidad de traer a Cuenca el primer torneo de grappling. Según detalla, ya hay contactos con la Federación Madrileña y con la concejalía de Deportes, a quien se le presentará en mayo el proyecto para la organización del torneo. Si el desarrollo es positivo, explica que el siguiente paso será traer a Cuenca un Campeonato de España, adelanta.
En principio, se barajan los polideportivos de El Sargal o el San Fernando para llevarlo a cabo, aunque todavía queda ultimar este boceto antes de presentarlo a la concejalía y proceder a su organización. De lo que no hay dudas es de que contaría con un buen número de participantes, ya que su buena relación con la Federación Madrileña y los clubes castellanomanchegos aseguraría su éxito.
Lo cierto es que esto supondría un gran impulso para el deporte en Cuenca, ya que otorgaría mucha visibilidad al grappling, que ya de por sí cuenta con pocos campeonatos a lo largo del año.
