Liberbank Cuenca y Balonmano Benidorm dejaron un empate en el último partido de la pretemporada como locales para los de Lidio en un choque que dejó sentir la intensidad de los contendientes y que, a rasgos generales, repartió su dominio de forma salomónica entre las dos partes de treinta minutos. Un primer tiempo notable para el conjunto local mientras que una segunda parte algo más desatinado, debido a un Leo Vial que en su vuelta a Cuenca paró a su antiguo equipo el 50% de los lanzamientos que le realizaron, propiciando una igualdad final que pone en aviso de lo que será la competición este año.
A pesar de ello, el inicio fue otro cantar en el choque ante el cuadro de Zupo que puso las cosas mucho más difíciles a los conquenses. Quizás demasiado fríos, los lanzamientos de los locales se iban desviados o acababan siendo detenidos por un Mijuskovic que fue uno de los culpables del reñido marcador en los primeros minutos. Los otros fueron los largos ataques de los alicantinos unido a un Leo Maciel que volvió a inspirarse para pintar su mejor muralla a la bicolor que defendió con un repertorio de paradas que demuestra que lo del argentino no es cosa de un buen año.
Llegado al ecuador del atascado partido, fue Hugo López quien junto a Dutra empezó a dar sensaciones de un gran ataque, tanto a la contra con transiciones vertiginosas como en estático, donde volvió a aparecer el gigante Ángel Montoro para levantar los vítores de los espectadores. Así el Liberbank Ciudad Encantada encadenó un parcial de 7-1 que lo hacia dominar el tanteo. La primera parte dejó un ocaso digno de mención, ya que al postrero gol visitante de Rubén Marchan le prosiguió un tanto sobre la bocina desde doce metros, distancia desde la que Montoro soltó su brazo a lo ‘catapulta’ y batió al meta rival dejando el 14-9 al descanso.
Pero cambió el guión tras el paso por vestuarios con la entrada de Leo Vial bajo la portería alicantina. El brasileño mantuvo su meta a cero durante diez largos minutos que le sirvieron al Benidorm para recortar la ventaja hasta dos goles, cuando Sergio López marcó a la contra. A partir de aquí el encuentro fue un tira y afloja donde los locales siempre estuvieron por delante gracias a los tantos primordiales de Santi, Thiago o Dutra.
Sin embargo, hacia el ocaso del partido, Paván entraba en escena para los visitantes que lograban la igualad en el penúltimo minuto. Mosca devolvía rápidamente la ventaja mínima con un tanto lanzando desde mitad del campo a puerta vacía, aprovechando el constante uso del portero jugador de los de Zupo. En los últimos segundos lograba de nuevo poner las tablas el Benidorm gracias a un gol de Ángel Rivero y pudo el Liberbank Cuenca anotar en el último suspiro, pero no salió la jugada. Así se llegó al lanzamiento de nueve metros con el tiempo cumplido, que Ángel Montoro mandaría a las nubes para finalizar el choque con el empate a 23.
Lidio Jiménez valoró la primera parte de su equipo, con una intensidad similar a la mostrada el pasado encuentro ante el Alcobendas, pero si advirtió de la otra cara de la moneda: “Hemos visto lo que nos espera en Asobal este año, en el segundo tiempo han mejorado su defensa, ha aparecido el portero y nos ha costado muchísimo hacer gol. Es una llamada de atención, no somos el Barcelona, vamos a sufrir para ganar”. De esta manera el técnico lamentaba la “precipitación” en algunas fases del ataque conquense cuando el marcador se encontraba apretado: “nos han entrado un poco los nervios cuando hemos visto que de ir ganando de cinco se han puesto ellos a uno, esto nos viene genial porque sirve para darnos cuenta de lo que será el resto de la temporada, por lo que debemos estar preparados”.
Por otro lado, el brasileño Leo Vial se mostraba contento por volver a Cuenca y por la manera de hacerlo: “Cuando entré en el pabellón se me puso la piel de gallina porque en esta casa he vivido muy buenos momentos”. Entre risas, el guardameta achacaba su gran porcentaje de paradas al ser gran conocedor de sus rivales, bien por haber compartido vestuario del mismo equipo o enfrentarse a ellos en competiciones de combinados nacionales.
Así, con grandes sensaciones, pero con la advertencia de que este año los rivales pueden estar en cualquier campo y bajo cualquier nombre, el Liberbank Cuenca finalizó el segundo y último encuentro como local en su pretemporada.