En busca de una cura para su mal en casa, el Liberbank Cuenca viajaba a Alcobendas con la necesidad de sacar rédito de un peligroso escenario en el que ya había caído Guadalajara, Anaitasuna o Granollers. Un aviso a navegantes que Lidio tenía presente y del que buscaba hacer que sus pupilos se entregaran en cuerpo y alma durante los 60 minutos, evitando así repetir el último episodio de “Dr.Jekyll y Mr.Hide” sufrido por el equipo conquense ante el Bada Huesca. Todo ello con el apoyo incombustible de la Furia Conquense, que llenó un autobús de aficionados para arropar a los suyos lejos de El Sargal.
En el Amaya Valdemoro, comenzaron los visitantes abriendo el marcador con un gol del capitán David Mendoza, como si el inusual tanto del baluarte defensivo conquense fuera una señal de que sería un gran partido para su equipo. Los primeros instantes anduvieron con un tanteo igualado hasta que Dutra empezó a entrar en calor.
En el siguiente parcial de cinco minutos, los conquenses endosaron un taneo de 0-5 para tomar la iniciativa de manera rompedora, consiguiéndolo con una fórmula que apenas vimos ante Huesca, el uso de los extremos. Sergio López y Baronetto no cogieron frío en las esquinas y ayudaron a aumentar la renta visitante con los cañonazos desde nueve metros de ‘La Bestia’ Dutra, que son ya el ‘pan de cada día’ del máximo goleador de la Asobal. La temprana ventaja se ajustó con el paso de los minutos, en la medida que las pérdidas en ataque, bien por pasos o por faltas ofensivas, lastraron el hecho de que el Liberbank Cuenca se fuera con una ventaja mayor al descanso. Entre tanto, los locales trabajaron como hormigas para sumar esfuerzos y dejar el resultado 13-16 al final de los primeros treinta minutos.
Nada más arrancar el segundo tiempo, el Secín Alcobendas logró marcar primero y recortar el diferencial a sólo dos tantos después de dos lanzamientos fallados de Montoro y Dutra. Lidio entró en ebullición y gastó su primer tiempo muerto del segundo acto. El inciso de respiro y estrategia del técnico tuvo efecto inmediato: parcial de 1-4 con tres goles de Dutra y uno de Sergio López que obligaba a Alex Mozas a parar el partido posando la tarjeta verde en la mesa de los cronometradores.
A pesar del parón, no tuvo el mismo resultado para los locales. Montoro entró en escena para sacarse la espina de una primera parte desacertada y poner la distancia máxima en el electrónico para el Liberbank Cuenca (17-24) pasado el ecuador de la segunda parte.
Minutos después, el encuentro comenzó una dinámica donde sobresalieron los ataques por encima de las defensas. Un intercambio constante de ambos en el que los visitantes aguantaron, pese a la marcha a vestuarios antes de tiempo de Thiago Alves por su tercera exclusión y el final loco de partido, donde los conquenses terminaron con sólo cinco jugadores tras los ‘dos minutos’ a Leonel Maciel y Dutra. Un estrepitoso cierre que no empañó el triunfo del Liberbank Cuenca por 26-32. Dutra, en una nueva demostración de anotación de doble cifra (11 goles) estuvo escudado por el gran hacer de Sergio López (5) y Santi Baronetto (7) desde los extremos, tan echados de menos en ocasiones anteriores.
La victoria suma dos importantes puntos al casillero conquense que deben servir para afrontar con fortaleza el último partido del año este martes ante el Bidasoa Irún, que cayó en casa ante Logroño (30-32). Además, el equipo es consciente de que tiene que revertir su mala dinámica en El Sargal, donde acumula dos derrotas consecutivas en liga.
