Por quinto año consecutivo, el Club Piragüismo Cuenca ha celebrado con éxito la San Silvestre en Piragua. Una divertida actividad que tiene una gran aceptación entre los conquenses. De hecho, un año más las plazas se han completado en su totalidad
Disfrazados y haciendo frente a las gélidas aguas del Júcar, el centenar de participantes completaba la prueba con más de un chapuzón.
La conquense es la única San Silvestre en piragua lúdica y abierta a todos los públicos, y desde sus inicios ha tenido una gran acogida.
Son tres kilómetros de recorrido, entre la Playa Artificial y El Sargal con paso por la presa de San Antón donde los más atrevidos se lanzaban por la cascada ante la divertida mirada de los espectadores que se congregaban a su paso.
Un reconfortante chocolate caliente en el Sargal repuso a los animados participantes de esta divertida prueba que se desarrollaba sin incidentes, con mucho humor y risas y para despedir el año de forma saludable.